Alexandre Bompard, presidente y director general del grupo Carrefour, ya avisó en la última junta de accionistas que se avecinaban cambios importantes.

Bajo el eufemismo de "revisión estratégica de activos", el directivo francés prepara una remodelación profunda del gigante de la distribución. Y el primer movimiento ya ha llegado: Carrefour ha vendido el 7% de su participación en Carmila, la inmobiliaria encargada de gestionar sus centros comerciales, a cambio de 171 millones de euros.

La operación, que equivale a la venta de 9,8 millones de acciones a un precio unitario de 17,30 euros, deja a Carrefour con un 29,8% del capital de Carmila. El grupo insiste en que su voluntad es mantenerse como accionista mayoritario —"tenemos plena confianza en la estrategia y el equipo directivo de la inmobiliaria", ha asegurado Bompard—, pero las condiciones del acuerdo sugieren que podrían cerrarse nuevas ventas en el futuro próximo.

En el comunicado oficial, Carrefour se compromete a no reducir su participación en Carmila durante los próximos 90 días, un plazo en el que podría buscar nuevas salidas.

Venta de activos para ganar oxígeno

La venta parcial de Carmila se produce en un momento clave para el grupo, que no ha encontrado la fórmula para compensar la caída de los hipermercados y busca la manera de financiar su apuesta por la proximidad.

En el primer trimestre del año Carrefour creció un 2,3%, en gran medida gracias a las adquisiciones de Cora y Match, pero sus ventas a superficie comparable siguen cayendo, lo mismo que su cotización en Bolsa. Ante este escenario, la dirección necesita obtener liquidez para emprender la necesaria reestructuración de su parque comercial.

Carmila como palanca financiera

Carmila, sociedad inmobiliaria creada en 2014 para gestionar los centros comerciales adyacentes a los supermercados Carrefour, gestiona 251 centros en Francia, España e Italia. Su papel es clave dentro del ecosistema del grupo, pero en circunstancias excepcionales como las actuales puede convertirse en una vía de financiación urgente.

Aunque Carrefour insiste en su papel como socio estratégico, la cláusula por la que se comprente a no vender más participaciones en los próximos 90 días sugiere que podría estar pensando en deshacerse de más participaciones en el futuro.

Los mercados exigen resultados, así como una hoja de ruta clara para recuperar el crecimiento. La venta parcial de Carmila puede ser el primer paso en una secuencia orientada a redifinir el perímetro del grupo y liberar recursos para financiar la expansión en el único formato que está funcionando: la conveniencia.

En palabras del propio Bompard, "estaremos muy activos durante los próximos meses".