Los empleados de Lidl Bélgica, respaldados por los sindicatos ACV Puls y CNE, bloquearon este jueves, 5 de junio, los cinco centros de distribución de la enseña en Genk, Sint-Niklaas, Gullegem, La Louvière y Marche-en-Famenne. La acción implicaba que "ninguna tienda del país será abastecida", según confirmó ACV en un comunicado.
El objetivo de esta medida es enviar una señal clara a la dirección de la empresa: "La presión laboral en las tiendas ya no es soportable", denuncian los sindicatos, que aseguran haber recibido quejas constantes durante más de dos años. Entre los principales problemas aluden sobrecarga de trabajo, falta estructural de personal y objetivos de ventas poco realistas.
Solicitado un plan de mejora
ACV Puls exige que la dirección de la compañía presente un plan para mejorar la situación antes del próximo martes, según informa la agencia de noticias Belga. De no ser así, "estamos preparando, junto con el sindicato CNE, un preaviso de huelga que afectará también a las tiendas", añaden las mismas fuentes.
A la espera de lo que suceda el próximo martes, Lidl ha lamentado "profundamente" la acción. Isabelle Colbrandt, responsable de asuntos corporativos, ha señalado que no se consultó con los empleados antes del bloqueo, y ha subrayado que la compañía "sigue comprometida con el diálogo constructivo con los sindicatos".