Carrefour España ha cerrado el primer trimestre de 2025 con una facturación de 2.716 millones de euros, un 0,1% menos que en el mismo periodo del pasado año.
La enseña que dirige Elodie Perthuisot, que había remontado en el tramo final del año pasado, vuelve a caer y firma su trimestre más bajo de los últimos cuatro.
La filial española de Carrefour se encuentra en una situación delicada. Sus ventas están estancadas a pesar de una inflación cercana al 2,5% y de que la distribución organizada crece a razón del 4,5% anual, según datos de McKinsey.
La razón es la misma en España que a nivel de grupo: el canal Hipermercados no deja de perder clientes y los esfuerzos en proximidad todavía no rinden los resultados previstos.
El grupo crece gracias a las adquisiciones
El grupo, que ha cerrado el trimestre con una facturación de 22.675 millones de euros, avanza un 2,3% gracias a las adquisiciones: sobre todo, de Cora y Match en Francia.
En el país galo, Carrefour ha facturado 10.926 millones de euros, un 9,3% más, pero sus ventas a superficie comparable caen el 1,7%. En el conjunto de Europa, las ventas caen el 2%.
Por canales, los hipermercados caen el 3,6%, seguidos de los supermercados, que retroceden el 1,3%. Sólo los formatos de conveniencia (+1,9%) y otros formatos (+2,3%) ofrecen motivos para el optimismo, lo que explica el gran esfuerzo del grupo en rescatar Carrefour City, comprar pequeños establecimientos en estaciones de tren o de metro y ganar presencia en ubicaciones turísticas, tanto en Francia como en España.
Hasta la fecha, es la única buena noticia que puede ofrecer a los inversores, que no parecen muy convencidos.