El liderazgo empresarial se construye sobre la innovación. Desde los hipermercados, pasando por los súper, un espacio gourmet de un gran almacén o una tienda de conveniencia en una estación de servicio, las empresas de distribución alimentaria que forman parte de Anged ofrecen la oferta más amplia y que mejor se adapta a las necesidades de cada consumidor. Esta apuesta se traduce en una mayor variedad de marcas, productos y servicios que, en definitiva, son el resultado de una cadena de valor agroalimentaria eficiente y competitiva.
Toda esta innovación pasa por las personas. Las empresas de la distribución son conscientes de que para seguir avanzando en las áreas críticas de sus planes estratégicos, como pueden ser la digitalización, la IA, la ciberseguridad, la sostenibilidad o la logística, necesitan preparar a sus equipos, abordar un cambio de la cultura corporativa y atraer nuevos perfiles profesionales.
Por eso, la inversión en el talento es la mejor garantía de innovación empresarial. Son las compañías con mejores equipos profesionales las que son capaces de entender mejor su entorno, anticipar las necesidades de los consumidores y ser más eficientes. El talento es sinónimo de crecimiento y productividad.
PREOCUPANTE DESAJUSTE
Sin embargo, como hemos venido advirtiendo últimamente en Anged, nuestro mercado laboral padece un preocupante desajuste entre la formación reglada y la realidad de las empresas. Según datos de CaixaBank Dualiza, el número de vacantes de empleo sin cubrir por falta de cualificación alcanza su máximo en 10 años, hasta las 150.000. Una cifra que no deberíamos permitirnos en el país con la tasa de paro juvenil más alta de la UE.
El Observatorio de la FP prevé que el comercio, primer empleador privado en España, va a necesitar más de un millón de profesionales en la próxima década. De hecho, el 65% de los puestos de trabajo hoy ya demandan algún tipo de formación profesional.
El talento es sinónimo de crecimiento y productividad. Sin embargo, como hemos venido advirtiendo últimamente en Anged, nuestro mercado laboral padece un preocupante desajuste entre la formación reglada y la realidad de las empresas
La formación es, por tanto, uno de los ejes sobre los que pivota nuestro futuro económico. Tiene un impacto directo en el bienestar social, porque a través de la formación podemos mejorar el acceso al mercado laboral y el desarrollo de una carrera profesional a miles de personas; e incide directamente en la capacidad de innovación y la mejora de la productividad de las empresas.
Desde Anged hemos demandado una estrategia global que aglutine a las distintas administraciones con competencias en educación, además de las organizaciones sectoriales y sindicatos para avanzar en cuestiones clave como: diseñar itinerarios profesionales comunes y alineados con las empresas; adaptar las prácticas de la Formación Dual para que tenga más retorno para empresas y alumnos; y más apoyo a los programas de formación interna.
La proximidad de la distribución con el día a día de la sociedad es un incentivo para la mejora constante de la oferta de productos y servicios, la modernización de la red comercial, la eficiencia de las cadenas de valor y la incorporación de tecnologías que impulsen la competitividad. El éxito de todas estas innovaciones pasa por la extraordinaria cantera de talento que tiene nuestro sector.
Matilde García Duarte
(*) Este artículo está incluido en el Anuario de la Innovación 2025 de FRS Food Retail & Service, una obra exclusiva que ha sido posible gracias al patrocinio de Campofrio, Central Lechera Asturiana (Grupo), Coca-Cola, Randstad, SDG Group y Shop & Roll, y con el apoyo de otras empresas anunciantes.
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