A pesar de que los precios en gran consumo descendieron el 1,1% en 2014, los españoles percibieron justamente lo contrario. Tres de cada cuatro creen que la alimentación se ha encarecido. Esto se debe a que la renta disponible en los hogares no mejoró y por tanto su capacidad de gasto continúo siendo muy limitada, según el informe 360 elaborado por la consultora Nielsen.

Esta hipersensibilidad al precio ha ido aumentando durante los años de crisis. Así, dos de cada tres consumidores señala comprar sólo lo justo y prescindir de lujos. Además, otro 66% afirma conocer el importe de los productos que compra y darse cuenta de los vaivenes de precios.

Tanto que tres de cada cuatro consumidores han cambiado sus hábitos de compra para ahorrar y evitar que su economía doméstica se resienta. Los españoles acuden más veces a la tienda, el 1,3% más que hace un año, para controlar mejor lo que gastan. Así, al comprar más veces, cada acto de compra es de menor importe, el 1,1% menos.

Las promociones también están más presentes al llenar la cesta. El 61% de los españoles es “muy sensible” a las ofertas promocionales. De ellos, el 37% busca activamente los productos en promoción sin cambiar de tienda y el 24% es directamente infiel a su establecimiento habitual en función de la mejor promoción ofertada. De hecho, otro 12% reconoce variar de marcas debido a las promociones.

No obstante, la confianza de los españoles ha aumentado respecto al año pasado. El Índice de Confianza del Consumidor de Nielsen constata una mejora en 2014 hasta los 63 puntos. Aunque, este dato aún es trece puntos inferior a la media de la Unión Europea debido principalmente a los altos niveles de desempleo de nuestro país.

Esta preocupación por el empleo queda reflejada en el dato de que siete de cada diez hogares atisbaba en 2014 malas perspectivas laborales para los próximos meses, aunque los datos del paro de febrero han registrado su mejor marca de los últimos 14 años.