El cooperativismo en la distribución alimentaria lleva ya un tiempo funcionando en diferentes ciudades españolas. La actualidad nos lleva ahora a la apertura de un supermercado cooperativo Foodcoop en Barcelona, una iniciativa promovida por la Associació per l’Impuls dels Supermercats Cooperatius i el Mercat Social, más conocida como Food Coop BCN.
El nuevo establecimiento está ubicado en el barrio del Ensanche izquierdo, en el Passatge d’Aragó, 9. Más de 450 socias se han sumado a este proyecto colectivo que pretende ayudar a transformar la forma de consumir en la capital catalana.
Foodcoop BCN ha arrancado su actividad con una semana en fase de pruebas y con 20 proveedoras, si bien espera que este número crezca en los próximos meses para completar la oferta. El establecimiento ofrece una amplia gama de productos de alimentación, higiene y limpieza.
La oferta ha sido definida por las socias de la cooperativa, que han establecido una serie de criterios de compra de acuerdo con los valores de la cooperativa, entre ellos, el origen agroecológico y de proximidad del producto, la minimización de envases o que el precio sea justo para productoras y consumidoras.
PARTICIPACIÓN DE LAS SOCIAS
Otra de las características que define el modelo de supermercados cooperativos y participativos es que gran parte de las tareas de funcionamiento las aportan las propias socias. En el caso de Foodcoop BCN, hay tres personas contratadas en el momento de subir la persiana -y se prevé ampliar la plantilla a medida que el proyecto crezca-, pero la operativa del establecimiento se sustentará también en las tareas que las consumidoras llevarán a cabo en turnos de tres horas cada cuatro semanas.
"La participación de todas las socias en su funcionamiento genera sentimiento de pertenencia, además de permitir ajustar los precios de venta para hacerlos más accesibles a pesar de pagar un precio justo a las productoras", asegura Jordi Canes, presidente de la cooperativa.
Aunque el supermercado ya está en funcionamiento, la fiesta de inauguración se celebrará el 12 de marzo -coincidiendo con el cuarto aniversario del arranque del proyecto- y será una oportunidad para que el grueso de personas que se han hecho socias en los últimos meses se puedan ver las caras.
"Queremos compartir la alegría y celebrar con vosotras el hecho de que abra sus puertas un proyecto de propiedad colectiva, impulsado desde la voluntad de generar un cambio en el modelo de consumo, con la ilusión de poner en el centro las necesidades de toda la cadena implicada en la alimentación y no el lucro. La participación cooperativa en el proceso de creación, con un mismo objetivo de bien común, supone un enorme caudal de energía que nos ha permitido llegar hasta aquí. Ahora sabemos que esta energía puede generar grandes cambios", señala la cooperativa.
UN MODELO SOSTENIBLE
Como os decíamos, cada vez surgen más tiendas de esta naturaleza, en las que los clientes son a la vez empleados y socios del supermercado. Un modelo que asegura ser más sostenible y barato para sus cooperativistas.
Cabe recordar la llegada a Madrid, hace un año, del supermercado La Osa, un nuevo distribuidor que se presentaba como una "alternativa sostenible” al supermercado tradicional. Una declaración de intenciones que deja claro que, más allá del modelo de negocio, estas tiendas pretenden romper con lo clásico tanto desde el punto de vista medioambiental como el económico.
Supercoop, en la planta alta del Mercado de San Fernando, en Lavapiés; y Biolíbere, en Getafe son otros ejemplos significativos en la Comunidad de Madrid.
También en Mallorca abrió sus puertas Terranostra, el primer supermercado cooperativo de la isla. La filosofía que mueve esta iniciativa se fundamenta en la sostenibilidad, la cercanía (pequeñas empresas productoras locales), la calidad nutricional de sus productos, la máxima ausencia posible de envases de plástico promoviendo el envase retornable, y la lucha por una soberanía alimentaria agroecológica.
