Análisis de José Miguel Flavián, incluido en exclusiva en el Anuario de la Innovación 2023 de Food Retail & Service.

Los consumidores se muestran divididos entre mantener sus niveles de consumo (46%) y reducirlos (51%)

El gigante del ecommerce desafía a fabricantes y supermercados con una nueva enseña de productos alimentarios de marca de distribuidor.

En el gran consumo español se juntan dos tendencias inapelables: el auge de la marca de distribuidor -la marca blanca- y el de los productos bio. Los retailers tienen que potenciar un correcto encaje de estas tendencias para ganar competitividad. Muchos han empezado a hacerlo.

La innovación en el gran consumo continúa en mínimos históricos. La marca de fabricante sigue siendo la responsable de la gran parte de las innovaciones pero se queja de cómo las grandes cadenas del retail ocultan sus nuevos lanzamientos. Sin presencia en el lineal, los productos innovadores tienen muy pocas probabilidades de tener éxito en el mercado.

Desde Promarca achacan la caída en inversión en I+D en la marca de fabricante a la escasa visibilidad que los distribuidores dan a los productos innovadores de estas marcas. "Las marcas de fabricante han perdido presencia en el lineal. Los distribuidores no apuestan por los nuevos productos y eso lleva al fabricante a no invertir".

Crean una sociedad al 50% para que negocie con los proveedores de sus marcas propias. Objetivo: lograr el mejor precio.

Con una cuota en valor del 51,5%, el 0,8% más. Sin embargo, se mantiene estancada en alimentación seca y baja en frescos (-0,1%), bebidas (-0,6%) y perfumería (-0,2%).

La diferencia de precio entre ambas se ha reducido en todos los países europeos (salvo Alemania) por una reducción de las promociones.

Con un crecimiento significativo en las ventas de alimentación y frescos, mientras que los departamentos de droguería, perfumería y bebé muestran una desaceleración.