Hay momentos en la vida de una empresa que, sin estar planificados, ponen a prueba su verdadera fortaleza. Uno de esos momentos lo hemos vivido en Patatas Meléndez, con motivo del apagón que afectó a buena parte de España y que tuvo un impacto generalizado en múltiples sectores, infraestructuras y servicios.
Fueron unas horas complejas, llenas de incertidumbre y retos operativos. Durante aproximadamente cinco horas tuvimos que detener por completo nuestra producción, un hecho excepcional en una cadena tan exigente como la nuestra. Cada día en Patatas Meléndez producimos más de 600.000 kilos de patatas y distribuimos a clientes ubicados en diferentes puntos de la geografía española. Esta dimensión exige una organización precisa, ágil y robusta, que debe responder con eficacia incluso en los momentos más difíciles.
Sin embargo, esta situación, lejos de ser únicamente un contratiempo, se convirtió en una oportunidad para demostrar quiénes somos, cómo trabajamos y hacia dónde queremos seguir avanzando.
Gracias a la sólida infraestructura tecnológica que hemos construido —especialmente con los sistemas SAI instalados—, logramos mantener operativas nuestras plataformas y comunicaciones internas durante todo el apagón. Estos sistemas demostraron su eficacia al soportar la operativa de la compañía al 75% de su capacidad habitual, lo que nos permitió seguir trabajando en aspectos clave: garantizando el acceso a todos nuestros sistemas críticos —entre ellos SAP—, asegurando la trazabilidad de los pedidos y manteniendo una comunicación constante tanto a nivel interno como con nuestros clientes y proveedores.
Puede parecer paradójico que, ante un fallo eléctrico, sea precisamente la apuesta por la tecnología la que te permita salir adelante. Pero es así: la inversión constante en infraestructuras, sistemas de respaldo y digitalización protege y refuerza nuestra capacidad de respuesta. Estar preparados nos permite actuar con rapidez, minimizar el impacto y seguir ofreciendo el mejor servicio posible, incluso en circunstancias adversas.
Nuestros clientes, como siempre, estuvieron en el centro de nuestras decisiones. Desde el primer momento, toda la producción prevista quedó lista para su expedición en cuanto se restableció el suministro eléctrico. A pesar del esfuerzo y la preparación interna, algunas entregas sufrieron retrasos debido a circunstancias logísticas y de transporte fuera de nuestro control, agravadas por el impacto nacional del apagón. Aun así, nuestro compromiso por minimizar cualquier consecuencia para nuestros clientes ha sido absoluto.
Este episodio también nos recordó el valor de contar con aliados estratégicos de primer nivel. Nuestros proveedores, siempre preparados para responder, fueron un pilar de tranquilidad en momentos de incertidumbre.
Cabe destacar que todo esto sucede en un entorno rural, donde los desafíos de infraestructura, logística y conectividad son mayores. Por eso, en Patatas Meléndez llevamos años apostando firmemente por la tecnología no solo como un factor de eficiencia, sino también como un elemento esencial de resiliencia y sostenibilidad a largo plazo.
Más allá de los aspectos técnicos, lo que realmente marcó la diferencia fue nuestro equipo. Su implicación, compromiso y capacidad de reacción ante la adversidad demostraron que los valores que defendemos cada día están verdaderamente interiorizados. No se trató únicamente de superar un reto operativo sino también de mantener la calma, actuar con responsabilidad y, sobre todo, no perder de vista nuestro propósito.
Este tipo de situaciones nos invitan a reflexionar en profundidad. A cuestionarnos, a mejorar, a anticiparnos aún más a los posibles riesgos futuros. Nos recuerdan que la preparación es fundamental, pero que la actitud de las personas es, en última instancia, lo que garantiza el éxito.
Superar un apagón de esta magnitud no es simplemente recuperar la actividad. Es demostrar que somos capaces de seguir adelante con determinación, cuidando a nuestros clientes, protegiendo a nuestro equipo y fortaleciendo, día a día, nuestra empresa.
En Patatas Meléndez creemos que cada reto, por inesperado que sea, es también una oportunidad para crecer, para aprender y para reafirmar nuestro compromiso con quienes confían en nosotros. Seguimos adelante, con humildad, con ambición y con una visión de futuro clara.