La pandemia de Covid-19 está dejando tocados a numerosos sectores de la economía. Sin embargo, la industria de la alimentación presenta cierto optimismo que se refleja en un análisis realizado por Randstad Research según el cual el 62% de las compañías de este sector espera recuperar la situación precrisis a finales de este año 2020.
El estudio indica que el 52% de las empresas alimentarias estaban ya funcionando con normalidad en el segundo trimestre de este ejercicio y que el 88% estima que para el segundo trimestre de 2021 se habrá conseguido el 100% del volumen de negocio que existía antes de la pandemia.
Además, solo una de cada cuatro firmas de esta industrian se acogió a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para mantener su producción durante la crisis, lo que representa 24 puntos porcentuales por debajo de la media de todos los sectores (49%).
AMENAZAS Y RETOS
Por lo que respecta a las principales preocupaciones y amenazas que identifica el sector de la alimentación en el futuro inmediato destacan tres: la incertidumbre económica en el país (62%); la pérdida de facturación y ventas (31%); y la incertidumbre económica en el sector (29%).
En cuanto a las medidas económicas que podrían ayudar a estas compañías a afrontar la crisis el estudio identifica, en primer lugar, las ayudas fiscales (41%); la flexibilización laboral (30%); y la ayuda económica directa del Estado a las empresas (29%).
Asimismo, este informe de Randstad revela los retos organizativos principales que las empresas alimentarias tienen por delante como consecuencia de la crisis sanitaria. Los principales son: invertir en seguridad y garantizar la salud de los empleados (38%); gestionar el teletrabajo/ERTE (38%); asegurar los procesos y garantizar la productividad (34%).