Vuelve el salchichón Bofill y ahora, 100% ecológico
De momento, la producción se limita a 100 piezas mensuales. Más adelante, llegarán a las 200.
El histórico salchichón Bofill ha regresado, pero ahora es 100% ecológico. La recuperación de la marca, que desapareció a principios de 2014, ha sido posible gracias a la intervención de los propietarios de Casa Sendra.
Pero en esta nueva etapa las cosas no son como eran y para conseguir el beneplácito de los gourmets más exigentes, Bofill se ha convertido en un salchichón elaborado únicamente con carne ecológica de máxima calidad.
Bofill trabaja solo con cerdas procedentes de granjas ecológicas, que garantizan que el animal se ha alimentado con una dieta ecológica, ha vivido en espacios amplios y es descendiente de hembras también ecológicas.
Los expertos de la casa de Vic seleccionan una a una las cerdas que utilizarán para elaborar el salchichón. Y es precisamente este proceso el que reduce la producción a 100 piezas mensuales (en un futuro, se espera aumente a 200 piezas).
Para la elaboración de Bofill se incluyen las partes más nobles del cerdo -jamón, paleta, lomo y panceta- y tan sólo se añade pimienta blanca molida y en grano. El proceso de curación dura unas 20 semanas, durante las cuales se generan las condiciones de temperatura y humedad idóneas, reproduciendo el entorno del invierno y de la primavera en el que antiguamente se secaban los productos.
Las piezas resultantes tienen un peso aproximado de 1,3 kilos y se pueden comprar en tiendas gourmet por precio que ronda los 70 euros/kilo.
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