Popeyes estrena su flagship en Madrid, el primer local de Europa que incluye su nueva imagen

Popeyes abre un nuevo restaurante en Madrid, en la céntrica calle Alcalá número 4, a escasos metros de la Puerta del Sol. Se trata de la flagship de la cadena en la capital española y es el primer restaurante de Europa en incorporar su nueva imagen de marca, que incluye una decoración y estilo que transportan al corazón de Louisiana, la cuna de esta enseña.

Este nuevo restaurante ofrece servicios como take away, sistema de autopedido, acceso a Wifi gratuito y zona de refill de bebidas.

"Hace casi cinco años, comenzamos nuestra emocionante aventura en la capital, y desde entonces hemos sido testigos de un crecimiento extraordinario. Con más de 40 restaurantes en Madrid, nos complace poder seguir ofreciendo nuestra receta única a los madrileños y sus visitantes", señala Ignacio Sedano, director general de Popeyes Iberia.

UN EQUIPO DE 30 PERSONAS

La incorporación de este nuevo establecimiento a la red de la compañía ha sumado 30 nuevos miembros a su equipo, superando los 1.300 puestos de trabajo generados en la capital.

Segçun indica la cadena, solo en Madrid más de 11 millones de personas han probado los productos de esta firma, entre los que destaca The Chicken Sandwich y The Bacon BBQ, junto a sus patatas cajún al estilo Popeyes.

Este nuevo restaurante se suma a otras aperturas en la capital desde que en noviembre de 2019 inaugurara su primer local en la calle Mayor. Con esta inauguración, la compañía con más de 40 restaurantes en Madrid y un total de 126 en España.

PRODUCTO ESPAÑOL

La cadena especializada en pollo, fundada en Nueva Orleans en 1972, cuenta con más de 50 años de experiencia en el sector y más de 4.300 restaurantes en EE.UU. y en todo el mundo.

Sus propuestas gastronómicas se inspiran en sus raíces, con sabores típicos de Louisiana. En España, el pollo es fresco, 100% español, proviene de granjas ubicadas en Castilla y León, Navarra y Cataluña, y se marina durante doce horas en una mezcla de especias cajún. Los chefs de la marca rebozan cada pieza a mano en el restaurante.