Las redes sociales se han hecho eco este lunes de un artículo publicado en elDiario.es titulado "La perfumería 'low cost' que más vende en España es un polvorín laboral a punto de estallar. Se trata de un artículo en el que se desgranan los supuestos conflictos laborales que la cadena Primor mantiene con sus trabajadoras y en el que se llega a hablar de la existencia de condiciones laborales y productos insalubres. Como suele ocurrir en estos casos, numerosos participantes de redes sociales como Twitter, donde 'Primor' es durante este lunes tendencia destacada en España, han volcado sus iras contra el dueño de Primor, Juan Ricardo Hidalgo, con quien Food Retail & Shoppers se ha puesto en contacto para conocer su punto de vista.

El artículo, que nace del juicio al que tres trabajadoras de la tienda de Melilla han llevado a la cadena de perfumerías por no haberles incluido en el ERTE fruto del estado de alarma y haber optado por su cese, "está plagado de medias verdades", según denuncia Hidalgo. "Claro que se va a celebrar un juicio por despido, como a los que se enfrenta cualquier empresa que cesa a un trabajador", aclara el empresario, que recuerda que este tipo de denuncias son un trámite al que tiene derecho cualquier trabajador despedido y que "desde Primor respetamos y asumimos, como también es cierto que de estas acciones ganamos trescientas y perdemos tres", aclara.

"La empresa no es ningún polvorín", asegura Hidalgo. "Primor va muy bien, como reconoce el propio artículo de elDiario.es, y dentro de la empresa tenemos a gente más y menos contenta, como en cualquier compañía". 

Todo parte de una denuncia del sindicato anarcosindicalista CGT, que ha protagonizado en los últimos años numerosos ataques contra Primor. Entre ellos, el espectáculo montado en la tienda de Málaga, en la que un sindicalista irrumpió a gritos entre los clientes con un cubo en la cabeza (vídeo compartido en redes por la revista El Observador).

"CGT fue a reventar las compras en la tienda y están demandados por ello", asegura Juan Ricardo Hidalgo, quien recuerda que ya han ganado quince juicios al sindicato".

Otro de los aspectos relevantes del artículo es la supuesta denuncia de una maquilladora que trabajó recientemente para Inglot, marca que distribuye Primor y que cuenta con espacios alquilados en sus tiendas, quien denunció en su Instagram que había sido despedida por pedir más higiene y seguridad. "Dije que no maquillaba si no me cambiaban el material. Las brochas no solo tenían moho: parece que tenían piojos. Antes me corto las manos que trabajar así", explica elDiario.es sin citar la identidad de esta empleada.

"Una mentira más", lamenta Hidalgo, quien recuerda que Inglot es una empresa completamente externa a Primor, que alquila su espacio en la perfumería y cuenta con personal propio ajeno a Primor. "No hay noticia contra nosotros e intentan buscarla por cualquier parte", dice el empresario. "Lo hemos visto con numerosas empresas -recuerda- desde los ataques a Amancio Ortega y Zara hasta, en otro nivel, los que recibimos nosotros". "Por suerte, el cliente está a otra cosa y sigue confiando, en Zara y en nosotros, pero no deja de ser una inmoralidad", concluye Juan Ricardo Hidalgo.

Lo cierto es que estos ataques a empresarios son cada vez más frecuentes en la prensa. ElDiario.es, periódico dirigido por Ignacio Escolar, ha dedicado sin ir más lejos numerosos esfuerzos a tratar de "desmontar" las donaciones millonarias de Amancio Ortega a la lucha contra el cáncer.

Quizá algún día entendamos que grandes empresarios y trabajadores pueden ir de la mano para hacer una España mejor. Y que un buen periodismo también es necesario para lograrlo. Juzguen ustedes mismos.