88 empresas de comercio minorista, entre las que se encuentran Tesco, Boots, John Lewis Partnership y Marks & Spencer, han suscrito con su firma una carta dirigida a la Home Secretary, Suella Braverman, para exigir medidas con la finalidad de atajar la oleada de crímenes que asola Reino Unido.

"Es sencillamente inaceptable", señalan en la carta. El estudio sobre crímenes elaborado recientemente por la British Retail Consortium (BRC) —la organización que aglutina al sector minorista británico— ha puesto cifras a la epidemia. Los episodios de violencia y agresiones contra empleados del sector minorista casi se han doblado en relación a los niveles prepandemia y ya alcanzan los 867 incidentes al día en el periodo 2021/2022.

De hecho, la situación ha llevado a Tesco a incorporar cámaras corporales entre sus empleados, y el sector ha invertido grandes sumas para desarrollar tecnologías de reconocimiento facial en tienda.

El valor de los robos en el comercio minorista asciende a 953 millones de libras, lo que sumado a los 700 millones de libras que los Retailers invierten en prevención equivale a un coste global derivado del crimen de 1,76 mil millones de libras en el último año —desde abril de 2022 hasta abril de 2023—.

El estudio de la BRC muestra que, en las diez ciudades más grandes del Reino Unido, los robos en tienda han crecido una media del 27%. "Una cifra que podría ser incluso mayor, si tenemos en cuenta la oleada de robos y violencia que ha recorrido el país recientemente y de la que se ha hecho eco la prensa", señalan desde el medio Retail Tech Innovation Hub. 

En la carta dirigida al gobierno británico, el Retail exige sobre todo dos medidas:

1) En primer lugar, la creación de un nuevo delito independiente por asalto o agresión contra los trabajadores del Retail, con sentencias más duras para los agresores. Las fuerzas de seguridad deberían llevar un registro de los incidentes relacionados con el comercio minorista, lo que les permitiría asignar sus efectivos a los lugares donde más se les necesita.

2) En segundo lugar, el sector reclama más atención por parte de las fuerzas del orden. El 44% de los retailers consultados en el estudio anual de la BRC considera que la respuesta de la policía había sido "pobre" o "muy pobre". En el caso de una gran empresa del sector, los propios datos de la policía muestran que ésta había fracasado a la hora de responder al 73% de los crímenes más serios denunciados por esta empresa.

"Es vital que se emprendan acciones antes de que la oleada de crímenes se nos vaya de las manos. Estamos viendo cómo bandas organizadas amenazan al personal con armas y vacían las tiendas", ha declarado Helen Dickinson, directora ejecutiva del British Retail Consortium.

"Estamos viendo cómo se comete violencia contra empleados en su puesto de trabajo por exigir la verificación de edad. Estamos presenciando una cascada de agresiones contra nuestros trabajadores de tienda. Esto es inaceptable, nadie debería ir a trabajar temiendo por su seguridad", ha dicho.

"Es hora de que el gobierno pase de las palabras a la acción. Necesitamos introducir el delito independiente contra el trabajador del Retail, tal y como ya existen en Escocia", explica Dickinson.