Retailers | La cadena alimentaria hace balance de la legislatura

Fuentes del sector lamentan el exceso de legislación y las cargas fiscales. Organizaciones consideran que "se ha primado la sostenibilidad sobre la competitividad".

La cadena alimentaria hace balance de la legislatura
La cadena alimentaria hace balance de la legislatura

Los diferentes eslabones de la cadena alimentaria coinciden en situar la reforma de la ley que regula sus relaciones como una de las claves de esta legislatura, si bien difieren en valorar su alcance y eficacia.

Muchos lamentan el exceso de carga legislativa e impositiva. Por otra parte, valoran positivamente el apoyo al sector durante la inflación de costes, la sequía y el Covid-19.

Las Cooperativas Agroalimentarias ven en la entrada en vigor de la nueva PAC el capítulo más importante de la legislatura, sin olvidar todo lo que conlleva a nivel de sostenibilidad medioambiental.

No olvidan en esta institución que durante la pandemia el abastecimiento de alimentos quedó garantizado por una cadena que supo estar a la altura.

En el campo, las organizaciones agrarias se muestran agradecidas al apoyo del Gobierno, si bien con matices.

Asaja cree que los fondos para cuestiones como la pandemia, la guerra en Ucrania y las adversidades climáticas han sido "insuficientes" y que ha faltado "valentía" en la nueva redacción de la ley de la cadena.

Coag reconoce la dificultades de una legislatura con alzas de costes de producción "espectaculares", sin que eso repercutiera en la remuneración de los agricultores. Esta organización definen la nueva ley como "un paso positivo hacia adelante".

Upa valoran la legislatura de manera similar: la tildan de "positiva", especialmente en un contexto de adversidades tanto climáticas como económicas y políticas, en la que se han producido respuestas "inmediatas" a las peticiones del campo como la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria.

La ganadería espera más de los Perte

Desde el sector ganadero y su industria asociada destacan que ha sido una legislatura marcada por la pandemia y la guerra; ésta última incidió especialmente en los costes de producción por la inflación de materias primas como los cereales y la energía.

Los efectos de la pandemia se intentaron contrarrestar con el Perte agroalimentario que, según fuentes del sector, no ha llegado a todas las empresas que lo necesitaban.

También destacan de estos cuatro años el sobrecoste que ha supuesto la Ley de Envases, las buenas intenciones de la reformada Ley de la Cadena y las nuevas regulaciones europeas en materia de sostenibilidad y bienestar animal.

El sector pesquero frente a Bruselas

Los armadores pesqueros han aplaudido la acción de un ministro que ha peleado por el sector en Bruselas todo lo posible: "Ha dado la cara por el sector y muchas veces en soledad", subraya su secretario general, Javier Garat.

Entre los asuntos más "peleados", el plan del Mediterráneo, que recorta días de faena, o las vedas en el Atlántico nordeste a las artes de fondo contra las que España presentó un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Por parte de las cofradías, ésta ha sido la legislatura de su nueva Ley de Pesca Sostenible, de la que aún queda pendiente "dar la vuelta" al sistema de sanciones.

Asimismo, el sector pesquero, con las cofradías al frente, acaba la legislatura descontento con los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), que pretende ampliar los parques eólicos y amenaza sus caladeros de pesca.

Los productores y exportadores de fruta coinciden en la crítica: aseguran que se ha "desviado el foco hacía la sostenibilidad medioambiental, dejando a un lado la competitividad".

Mientras, los del vino valoran el respaldo de las administraciones públicas en las especiales dificultades que se han vivido con programas "esenciales" para la promoción en los mercados en Europa y en países terceros, sobre todo en un momento de ralentización del consumo".

Industria, distribución y restauración

Desde la industria alimentaria ya han redactado su lista de peticiones para el nuevo Gobierno.

De esta legislatura, valoran medidas como la reducción del IVA —que, sin embargo, debería ampliarse a más productos, en especial la carne y el pescado—, rechazan el impuesto al plástico y consideran que la ley de la cadena tiene aspectos especialmente mejorables como el coste efectivo de producción y la equiparación de los productores primarios con las cooperativas.

Del lado de la distribución se subraya el diálogo entre el Gobierno y el sector que ha permitido afrontar retos enormes como la pandemia y la crisis de precios.

Sin embargo, echan en falta este nivel de interlocución en otras medidas como la ley de envases o la de cadena alimentaria.

En el sector de la restauración la pandemia ha sido el evento más destacado. En un primer momento obligó a cerrar negocios; más tarde, a adaptarse a nuevas fases y normativas, por lo que han acusado mucho más que otros la carga legislativa de este Gobierno.

Por su parte, Marcas de Restauración considera, según declaraciones a Efe, que tras el protagonismo y el reto que han vivido la hostelería y la restauración en la pandemia merecerían contar con un lugar en el organigrama gubernamental. 

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