14 claves de un consumidor más activo y exigente con las etiquetas
¿Cómo es la etiqueta ideal para los consumidores? El comprador actual es más práctico, reflexivo y crítico con lo que compra.
Mira, lee, analiza... Se lo lleva o lo descarta. El comprador actual en los supermercados e hipermercados se ha convertido en un consumidor más práctico, reflexivo y crítico a la hora de echar un vistazo a las etiquetas de los productos. Lo confirma la tercera parte de la Encuesta de hábitos de consumo 2016 presentada por Ceaccu, Fuci, Cecu, Unae, Uca/Cauce y Mercadona, la cual refleja que los consumidores españoles requieren información sobre lo que compran y valoran si está bien presentada en el etiquetado. Estas son las principales conclusiones del informe:
1 - En general, el consumidor percibe que en el ámbito de la alimentación dispone de información suficiente. Sin embargo, se trata de una impresión que no se traduce en un mayor conocimiento o en una información suficientemente útil a la hora de tomar elecciones de consumo.
2 - El consumidor es más activo y exigente. El 71% busca información antes de comprar el producto, siendo la etiqueta la principal fuente de información, seguida de Internet (7%) y la web de los establecimientos (2%).
3 - El consumidor es poco constante en su hábito de leer las etiquetas. Sólo el 44% de los consumidores encuestados afirman leer siempre la etiqueta, frente a un 55% que declaran que no la leen o sólo lo hacen de vez en cuando.
4 - El grado de satisfacción y valoración del etiquetado de los alimentos debe mejorar. La mayoría considera que los datos que recogen las etiquetas de los alimentos no son todo lo útiles que desearían.
5 - La información nutricional, a pesar de su reciente obligatoriedad, sólo se tiene como importante por el 6% de los encuestados.
6 - Se da escasa importancia a los sellos de certificación, a las alegaciones y el poco peso de la marca (sea esta comercial o de distribuidor).
7 - La mayoría de los consumidores encuestados (72%) dice conocer bien la diferencia entre la fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, pero no llegan a asimilar sus diferencias ya que sólo la mitad asegura "no consumir" productos una vez superada la fecha de caducidad y sólo dos tercios reconoce el valor orientativo de la fecha de consumo preferente.
8 - El origen de los alimentos, pese a no ser un elemento obligatorio en el etiquetado de los alimentos, salvo excepciones, es un dato relevante para el consumidor.
9 - La etiqueta ideal, según los consumidores encuestados, sería más sencilla, con letras más grandes y con palabras menos técnicas. La respuesta "que la letra sea más grande" es la segunda más señalada.
10 - Casi dos tercios de los encuestados valoran positivamente las alegaciones nutricionales presentes en el etiquetado. Así, un importante grupo de encuestados ve positivo este tipo de alegaciones, ligándolo con alimentos de más calidad.
11 - El contenido en grasas es el dato de la información nutricional más valorado por casi la mitad de los consumidores encuestados.
12 - El interés por los hábitos saludables y por la información nutricional del etiquetado de los alimentos es elevado, aunque no se corresponde con la demanda de información acerca de aspectos nutricionales y las vías de obtención de esta. Así, un tercio de los consumidores encuestados no se informan de aspectos relacionados sobre nutrición. El resto lo hace mayoritariamente a través de medios de comunicación, de especialistas o de amigos y conocidos.
13 - La predisposición a recibir formación e información en cuestiones de nutrición es alta entre los consumidores encuestados. Los datos obtenidos revelan que la mayoría de los consumidores (60%) valoraría positivamente incluir en el producto consejos nutricionales o dietéticos si se hace de un modo veraz, claro, sencillo y accesible.
14 - El 67% de los consumidores estaría dispuesto a participar en programas formativos gratuitos para aprender a interpretar la información nutricional, siempre y cuando el formato se lo permita.
Novedades destacadas