Lidl ha comenzado a cobrar un céntimo en sus supermercados de Alemania por el uso de las bolsas de plástico desechables para fruta y verdura. La medida ha generado polémica entre los clientes, muchos de los cuales han optado por emplear las bolsas de la sección de panadería (que ahora no se cobran) para envasar esos productos.
La cuestión ha llevado incluso a un empleado de la enseña a expresar su opinión en una red social alegando no entender este comportamiento, según recoge Merkur.de: "Una bolsa de fruta ahora cuesta un céntimo. ¿Qué es un céntimo? Nada. Pero, en cambio, la gente ahora acepta las bolsas de panadería por no gastar un céntimo", señala.
A este respecto, el empleado recuerda que, incluso utilizando una bolsa diaria para la fruta, el gasto anual sería apenas de 3,65 euros y concluye: "Realmente están ahorrando en los lugares equivocados".
Los clientes de Lidl, en cambio, argumentan que el meollo de la cuestión radica en cobrar de repente por algo que antes era gratuito. "No aguantamos todo", comenta alguien. Los clientes también expresan su preocupación por que el precio pueda aumentar rápidamente y aluden a los supermercados de Austria, donde una bolsa de plástico cuesta ya tres céntimos.
HABLAN LOS EXPERTOS
Expertos en economía circular, como Katharina Istel, inciden en que el coste de las bolsas de plástico es "una señal equivocada". "El verdadero incentivo debería ser que los clientes compren productos a granel. Una bolsa desechable de plástico o papel es mucho mejor que el preenvasado en términos de costes de material", señala a BuzzFeed News.
En Kaufland y Aldi las bolsas de plástico para fruta y verdura también cuestan actualmente un céntimo. Si los supermercados sólo ofrecieran productos sueltos, sería comprensible que la bolsa de plástico tuviera un coste. Sin embargo, con tantos productos preenvasados, los clientes tendrían pocas oportunidades de reducir su consumo de plástico al comprar. "Lo encuentro cínico", explica Istel. El preenvasado consume entre siete y ocho veces más material que las bolsas desechables, lo que implica que se generan muchos más residuos.
"Lo ideal es que todo lo que se pueda ofrecer suelto se venda suelto", subraya Istel. Las bandejas y cajas para manzanas, uvas o zanahorias deberían llegar a ser innecesarias. "Pero aún no hemos llegado a ese punto. El hecho de que la bolsa de plástico cueste ahora un céntimo es principalmente simbólico", afirma, calificando la medida de las tiendas de descuento de "campaña de marketing".
Y añade: Desde un punto de vista ecológico, "no tiene sentido" que las bolsas de pan sigan siendo gratuitas, mientras que las bolsas de plástico para fruta valgan dinero.
Istel duda de que la tasa de un céntimo tenga realmente un efecto ecológico. Lo más sensato es motivar positivamente a los clientes: "Una buena idea sería ofrecer un descuento a los clientes que utilicen bolsas reutilizables", explica.