Los consejeros delegados de Walmart, Target y Home Depot, tres de los principales retailers de Estados Unidos, se reunieron el lunes con Donald Trump para advertirle de las consecuencias que la guerra arancelaria podría tener en sus negocios.
La reunión, según fuentes de Bloomberg, giró en torno a la prórroga arancelaria de 90 días que el presidente de Estados Unidos ha garantizado a todos sus socios comerciales con la excepción de China, cuyos productos han comenzado a ser grabados con un arancel del 145%.
Portavoces de Walmart y Target se han referido a la reunión como "productiva". Los directivos de estas dos enseñas han advertido en privado a Donald Trump que, de continuar la escalada arancelaria, distorsionará las cadenas de suministro y puede llevar a estanterías vacías en las próximas semanas, según fuentes de CBS News cercanas a la Casa Blanca.
Walmart, la cadena minorista más grande del mundo, cuenta con una cadena de suministro muy diversificada y produce cerca de dos tercios de sus referencias en Estados Unidos. Por su parte, Home Depot, especialista en bricolaje y materiales del hogar, compra más de la mitad de sus productos fuera del país. En el caso de Target, se desconoce la proporción.
En cualquier caso, las cadenas estadounidenses dependen de México y América Latina para aprovisionarse de muchos alimentos básicos (por ejemplo, tomates y café), e importan de China gran parte de sus referencias no comestibles.
A partir de la segunda semana de mayo se espera que el volumen de containers procedentes de China caiga drásticamente en los puertos de Los Ángeles y Long Beach como consecuencia del arancel del 145%.
Freno a la inversión
David French, el presidente de la Federación Nacional de Retail de Estados Unidos, advirtió a The Economist hace varias semanas que la guerra comercial estaba inhibiendo las inversiones en el sector, dado que "los aranceles sobre bienes de consumo añaden incertidumbre a la apertura de nuevas tiendas".
La guerra comercial probablemente forman parte de una estrategia de negociación, como ha dejado entrever recientemente Donald Trump, que este martes aseguró que los aranceles chinos "se reducirían sustancialmente" en el futuro próximo.
Sin embargo, incluso si las negociaciones llegan a buen tiempo, el daño causado en forma de incertidumbre tendrá una repercusión significativa en las inversiones y proyectos empresariales.