Retailers | Los proveedores, al límite por las campañas de la distribución para abaratar productos

Más allá de la diferencia entre el precio de origen y el de venta al consumidor, denuncian las fuertes presiones de los supermercados

Mango
Mango

En segundo plano, tras la fuerte polémica que trae de cabeza a los distribuidores, al Gobierno y a la oposición, los proveedores y los productores permanecen atentos a las decisiones que se toman estos días. Varias voces han alertado de que un acuerdo entre los retailers podría llegar a perjudicarles.

El foco se ha puesto en el margen de los distribuidores que, como han dicho ellos mismos, es estrecho. Menos se ha hablado de lo que significaría la congelación de los precios en la distribución para quienes les suministran los productos.

Así, se han sucedido diversas iniciativas por parte de los minoristas para amortiguar el incremento de precios que están sufriendo las categorías más básicas. No obstante, fuentes del sector hablan con disgusto de este tipo de iniciativas, que aprietan aún más los márgenes de los productores.

"No se habla tanto de las presiones que están recibiendo los proveedores", dicen a este medio. Esa presión tendría como objetivo que, en efecto, las cadenas que ofrecen esos descuentos puedan vender diversos productos a un euro o menos. En ese sentido, se critica que la medida no pone a prueba el esfuerzo de los distribuidores, sino el de los productores.

"Muchos de ellos están bastante al límite", añaden las mismas fuentes. De hecho, se expresan en unos términos muy similares los productores de mango, que han denunciado recientemente las "presiones especulativas" de los grandes distribuidores. En origen, ofrecen precios de entre 0,20 y 0,25 céntimos en origen, cuando esa misma fruta puede llegar a alcanzar un coste de 10 euros en algunos mercados.

"Este año estamos presenciando situaciones de abuso extremo", dice Antonio Portillo, un agricultor de mango de Málaga. Por su parte, el secretario general de COAG en Málaga, Antonio Rodríguez, señala que hay un problema en la comercialización. "El problema que se esconde tras la gran distribución es el modelo comercializador", señala.

"La comercialización se ampara en la crisis y modifica la categoría de la fruta a su conveniencia, inventándose los criterios estéticos según sus necesidades y sin control alguno, y así es como consiguen pagar por el mismo mango un euro en 2021 y 0,25 céntimos en 2022 y venderlo a cuatro euros en los lineales”, explica el responsable de COAG.

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