Nueve de cada diez consumidores consideran que con sus hábitos alimentarios protegen su salud cardiovascular. Sin embargo, a la hora de hacer la compra, realmente menos de la mitad tiene en cuenta este aspecto en su lista de productos a adquirir.

Esta paradoja se agudiza cuando sólo cuatro de cada diez consumidores afirman diseñar sus menús en el hogar pensando en su salud cardiovascular.

A la hora de elegir productos que cuiden de nuestro corazón, la fruta es el más concurrido. Hasta el 94% de los consumidores responsables con su salud cardiovascular adquieren frutas, seguido muy de cerca (92%) por las verduras y hortalizas, y también por el aceite (88%). Pescado (78%) y legumbres (75%) son otras categorías habituales.

Prácticamente un tercio de los encuestados considera que la compra cardiosaludable encarece el ticket de compra. En este caso, la estimación media de sobrecoste es del 29%.

Otro dato a destacar es que sólo el 44% de los consumidores lee el etiquetado de los productos para ver si repercutirán en su salud cardiovascular. Aquellos que sí lo leen tienen de media más de 55 años y miran sobre todo la cantidad de grasas (trans, saturadas o grasas en general).

Este estudio, elaborado por la Escuela de Alimentación Eroski, se ha realizado sobre una muestra de 749 personas mayores de edad de todo el territorio español.