La 'teoría del carrito' de la compra se hace viral en redes

Dejar el carrito en su lugar una vez realizada la compra en el supermercado, puede decir mucho de nosotros. Esta actitud, que en su día ya fue abordada y denominada como la 'teoría del carrito', ha sido recuperada ahora por una tuitera que ha arrancado numerosos comentarios en la red social.

Tal y como explica @oposipaw, "la teoría señala que algo tan sencillo como devolver el carrito del supermercado, sabiendo que no hay una gratificación o un castigo por hacerlo (o no hacerlo), puede colocarte del lado de los que hacen lo correcto en la vida y los que no".

Esta usuaria muestra varios carritos desperdigados aquí y allá en el aparcamiento de un supermercado y, junto a esta imagen, el texto que explica la citada teoría en la que su autor afirma que el carrito de la compra "es la última prueba de fuego para descubrir si una persona es capaz de gobernarse a sí misma".

Asimismo, asegura que devolver el carrito a su punto correspondiente "es una tarea fácil, cómoda y que todos reconocemos como lo correcto y apropiado". Pero está claro que no todos los hacen.

La reflexión continua recordando que, desde luego, "no es ilegal abandonar el carrito de la compra". "Por lo tanto, el carrito de la compra se presenta como el ejemplo máximo de si una persona hará lo correcto sin verse obligada a hacerlo", señala.

El autor recuerda que nadie va a castigar a la persona que no devuelva el carrito, ni tampoco recibirá multas o una "paliza" por no hacerlo. Por ello, en este punto, apela a la "bondad de su propio corazón" a la hora de decidir si va a devolver el carrito o no: "Debe devolver el carrito porque es lo correcto". En su opinión, una persona que no es capaz de devolverlo no es mejor que un animal: "Es un absoluto salvaje que solo puede hacer lo que es correcto cuando lo dicta la ley o lo fuerzan a ello".

OTROS COMENTARIOS

Los comentarios de otros internautas al hilo de este tuit no se han hecho esperar. Los hay que, van un poco más allá y critican a aquellos que además de dejar el carro abandonado, éste ocupa una plaza libre en el aparcamiento, impidiendo su uso por otras personas.

Otro recuerda que sucede lo mismo con las bandejas utilizadas y no retiradas por algunos comensales en ciertos establecimientos y hay quien lo tiene claro: "Se llama civismo, como respetar las colas, no ocupar dos plazas de parking, no retener el ascensor con la puerta abierta, no usar el manos libres en lugares públicos, dejar salir antes de entrar o devolver el saludo".