Qué sucede con el precio de la pasta italiana: una crisis de alcance europeo
La inflación interanual del producto alcanzó en abril el 16,5% y duplica prácticamente la inflación general en Italia, que en abril se encontraba en el 8,7%. El Gobierno liderado por Giorgia Meloni ha tomado cartas en el asunto para buscar una solución de inmediato.
No es un mito: los italianos consumen pasta todos los días —en concreto, 23 kilos al año de media por persona—, de manera que la escalada en el precio de uno de sus productos más emblemáticos ha provocado un tsunami político en el país transalpino.
En el curso de dos años, el precio de un paquete de spaghetti ha aumentado el 37%. La inflación interanual del producto alcanzó en abril el 16,5%, de acuerdo con los datos del Ministerio de la Empresa italiano, lo que significa que casi duplica la inflación general en Italia, que en abril se encontraba en el 8,7%. Esta circunstancia ha motivado que el Gobierno liderado por Giorgia Meloni tome cartas en el asunto para buscar una solución "al più presto possibile".
La Unione dei Consumatori, equivalente a la OCU en España, ha alzado la voz y exige una "reducción inmediata de los precios".
Según Coldiretti, la principal asociación de agricultores italianos, el precio del trigo duro pagado a los agricultores ha disminuido el 30% a lo largo del último año, mientras que en ese mismo período el precio de la pasta ha aumentado hasta el 18%. Según datos del ministerio de Made in Italy, el precio de la pasta ha pasado de 1,50 a 2,30 euros el kilo, mientras que el precio del trigo ha caído a 38 céntimos de euro por kilo.
¿A qué se debe el alza?
El presidente de la Unione consumatori, Massimiliano Dona, argumenta que "el precio de la pasta debe reducirse de inmediato", ya que, según los índices de precios de producción del trigo duro de Ismea, las cotizaciones disminuyeron el 21,8% en marzo en comparación con marzo de 2022. En palabras de Dona: "en ese mismo período de referencia, según Istat, el precio de la pasta fresca y asciutta ha aumentado un 18,2%. Si a esto le sumamos que las facturas de electricidad y gas han disminuido desde principios de año, ya no hay justificaciones". El Codacons estudia incluso presentar una denuncia ante la autoridad de Competencia y la fiscalía de la República al considerar que los aumentos podrían indicar la existencia de un "cartel anticompetitivo".
Riccardo Felicetti, presidente de los fabricantes de pasta de Unione Italiana Food, ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones de Coldiretti y Codacons. Los fabricantes de pasta italianos sostienen que la pasta que se compra actualmente se elabora con trigo adquirido meses atrás a precios más altos. En este sentido, existe siempre una dilación entre la disminución en el precio de la materia prima y la disminución en el precio final. Además, la comisión de urgencia creada por el Gobierno italiano ha defendido que los precios son consecuencia natural de las dinámicas de precio posteriores a la guerra de Ucrania, cuando las materias primas se encarecieron rápidamente, en particular el trigo duro y la sémola, además de la energía. Los fabricantes también apuntan al aumento de precio en los materiales de embalaje y logística.
La situación actual pone en peligro la exportación de pasta italiana y podría tener gran impacto en los mercados europeos, en particular Alemania y Francia, los mayores importadores de pasta del entorno.
Consecuencias en España
España, de momento, sigue un curso diferente: la inflación comenzó antes y ya da muestras de moderarse, también en el caso de la pasta. En abril, el aumento interanual de este alimento fue del 7,4% según el Instituto Nacional de Estadística, y de hecho descendió el 0,1% respecto al mes de marzo, según ha publicado hoy NielsenIQ.
Esto se debe, en parte, a una menor dependencia de la pasta de origen italiano que otros países de nuestro entorno europeo.
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