El futuro ya está aquí. Estamos viviendo una auténtica eco revolución. Cada día estamos más concienciados de la necesidad de cuidar nuestro planeta y al resto de seres vivos con los que lo compartimos, y eso no sólo se traduce en activismo. El Parlamento Europeo ha aprobado una normativa mediante la cual se prohibirán los plásticos de un solo uso a partir de 2021. Eso generará un cambio drástico en grandes empresas, restaurantes, supermercados y, por supuesto, en nuestros hogares.

Se acabaron los envoltorios plásticos, las latas, las botellas plásticas, las bolsas de plástico para la fruta y la verdura, los vasos y cubiertos desechables. Los saquitos de tela reutilizables se volverán una costumbre a la hora de comprar, los tarros de cocina se llenarán de producto vendido a granel y el champú sólido dejará de ser una excentricidad.

Todos estos productos, y muchos más, ya se pueden encontrar en tiendas como Zodio.es, que da un paso adelante para facilitarnos esa transición, renegar del plástico y preparar nuestros hogares para ese futuro tan esperado y necesario.

Pero Zodio no sólo tiene lo básico que vamos a necesitar. Va más allá y crea una comunidad activa y agradable donde se comparten tutoriales, recetas e ideas, tanto para renovar tus accesorios de cocina como para hacer tus propios productos de limpieza caseros, más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Aparte, ofrece distintas ideas, innovadoras y ecológicas, en las que inspirarte para la decoración de la cocina o del resto de la casa. Y todo lo que vas a necesitar para preparar tu hogar para ese nuevo futuro, más amable, cercano y casero, lo puedes encontrar al final de los propios tutoriales.

Pero, ¿realmente va a cambiar tanto nuestra vida? Recomiendo hacer un pequeño ejercicio: fijarnos a la hora de hacer la compra en toda la basura plástica que generamos y cuánta de ella es realmente necesaria y no sustituible por otro material, como cartón, tela, madera o vidrio.

Lo curioso es que el uso desmedido y descontrolado del plástico es algo relativamente nuevo que hemos normalizado muy rápido y que hemos tardado demasiado en darnos cuenta de que ni nosotros ni el planeta podíamos seguir asumiendo. Hace solo dos generaciones, las botellas eran de vidrio y se limpiaban y reutilizaban, nuestras abuelas guardaban la comida precocinada casera en tarros cerrados al vacío en casa y nuestras madres nos mandaban con una bolsa de tela a comprar el pan. El carro de la compra es de los pocos supervivientes de "aquellos tiempos" que no han caído en el olvido y, sin embargo, se siguen llenando de envoltorios plásticos totalmente innecesarios.

Volver a esas buenas costumbres será un esfuerzo para todos, como lo es cualquier cambio de tal magnitud, así que es de agradecer que haya empresas y tiendas que se adelanten para ayudarte en ese “volver a empezar, volver a aprender”. Porque al final se resume a eso, a volver. Volver a cocinar comida casera, volver a reutilizar, volver a crear.