Fabricantes | Una campaña de la ONCE reclama etiquetas en braille

'Alimentos con su punto' es el título de esta iniciativa que busca concienciar a la industria alimentaria.

Andrés Ramos (ONCE) y el chef Sergio Fernández
Andrés Ramos (ONCE) y el chef Sergio Fernández

'Alimentos con su punto'. Este es el título de la campaña que ha lanzado la ONCE para reclamar a la industria alimentaria etiquetas en braille que permita a las personas ciegas distinguir los productos, saber su fecha de caducidad o conocer si tienen alérgenos.

"En España hay 72.000 invidentes que se enfrentan a diario al reto de abrir un tetrabrik para averiguar si en su interior hay leche, caldo de pollo o vino o de coger de la nevera un yogur esperando que sea de fresa y que resulta de vainilla", explica el director general adjunto de Servicios Sociales de la ONCE, Andrés Ramos.

Además de ser un "derecho", disponer de etiquetas en braille tiene "un coste mínimo"

El chef Sergio Fernández ha recogido el guante y ha participado en esta campaña enfrentándose al reto de preparar un desayuno con una amplia variedad de productos envasados pintados completamente de blanco y sin identificar. "Es una tensión enorme no saber con qué estas cocinando", apuntaba durante la grabación del vídeo que acompaña esta iniciativa. Y es que, además de ser un "derecho", disponer de etiquetas en braille tiene "un coste mínimo", señala Ramos.

Esta reivindicación coincide con la celebración, en Madrid, del pleno de la Comisión Braille Española (CBE) y del Consejo Iberoamericano del Braille (CIB), a los que asiste el presidente del Consejo Mundial del Braille, Kevin Carey. Durante el pleno se ha aprobado el Manifiesto de la Comisión Braille Española por el derecho de las personas ciegas a un etiquetado braille universal.

El documento reconoce al sistema de lectoescritura braille como "vehículo primordial" para facilitar el acceso a la información de manera autónoma y privada. Asegura que el etiquetado en braille de servicios y productos existentes es aún "insuficiente" para cubrir las necesidades básicas de las personas ciegas o con discapacidad visual grave.

EL MAYOR PROBLEMA, EN CASA

Si bien la compra de los productos no suele ser un problema para estas personas gracias a la mejora de accesibilidad de las webs de grandes superficies, el mayor inconveniente surge en casa, con problemas añadidos como desconocer la fecha de caducidad o si tienen alérgenos. Además, esta situación puede convertirse en un peligro en productos tóxicos, como la lejía y el amoniaco, cuyos envases se asemejan a otros de contenido comestible y para los que también piden ese etiquetado específico.

En Francia la gran mayoría de vinos y alimentos tienen etiquetas legibles para las personas ciegas

Kevin Carey señala a EfeAgro que la falta de reglamentación en los distintos países hace que la situación sea "bastante precaria" en todo el mundo, si bien Francia destaca como "el mejor país para una persona ciega, ya que la gran mayoría de vinos y alimentos tienen etiquetas legibles para nosotros", apunta.

Por su parte, Andrés Ramos indica que no hay una "mala intención" en la industria alimentaria, sino "desconocimiento".

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