¿Recuerdas qué había en tu nevera hace 20 años? Seguramente no… pero te damos una pista: no había aguacates por triplicado, ni arándanos todo el año, ni mangos "made in Perú". Lo que antes era exótico ahora es cotidiano, lo que era estacional ahora está disponible todo el año, y lo que venía de Almería… ahora viene de Marruecos. La innovación, la logística global y hasta el buen marketing han hecho de nuestro frigorífico un auténtico pasaporte de sabores.

En general, los cambios suelen ser tan lentos que no los observamos en nuestro día a día. Valga como ejemplo nuestros propios cambios de imagen que, aunque nos miremos cada día en el espejo, prácticamente no los detectamos. Necesitamos que caiga de dentro de un libro una foto de hace unos años o que acudamos a un encuentro de viejos compañeros para darnos cuenta de cómo cambiamos.

De la misma forma, nuestras neveras y despensas han cambiado lentamente a lo largo de los años, casi sin darnos cuenta. Han aparecido varios productos nuevos, han evolucionado otros, algunos han pasado de productos de temporada a ser ahora de todo el año y otros nos llegaban de diferentes regiones de España y, ahora, nos llegan de otros países.

En estos momentos, prácticamente todas las neveras españolas tienen aguacates o guacamole, y en casi todos los bares y restaurantes hay oferta disponible

Y en todos estos cambios ha influido una serie de factores cuya confluencia ha ido originando esta imparable evolución. La innovación, en toda su globalidad, ha sido decisiva, en las nuevas variedades y en muchos aspectos tecnológicos de cultivo. Pero también lo ha sido la profesionalidad de los agricultores de base que, apoyados en los técnicos, han sabido recibir y aplicar la transferencia de toda esta innovación, así como las mejoras logísticas –tanto terrestres, marítimas y, en menor medida, aéreas–, las mejoras en postcosecha e, incluso, los ajustes productivos de algunos cultivos frente al cambio climático en nuevas zonas y, en algunos casos, el buen marketing.

Distintos orígenes

Si bajamos al detalle de los cambios, podemos empezar por señalar algunos cuya novedad reside simplemente en el lugar donde se producían antes y donde se producen ahora: hace unos años, teníamos judías verdes planas de Almería en invierno y de diferentes zonas de España en verano; en estos momentos, prácticamente todas estas judías llegan de Marruecos.

Otro producto similar son las patatas: a finales del siglo pasado, casi todas las patatas de consumo se producían en España y, en estos momentos, importamos un tercio de las que consumimos, y la mayoría de estas importaciones nos llegan de Francia.

Ahora, podemos observar en el siguiente cuadro-resumen otra serie de cambios en productos que conocíamos, pero que ahora cuentan con aspectos nuevos, tanto en su esencia como en su posición en el calendario.

Fuente: Elaboración propia.

Cabe destacar que la innovación genética de las casas de semillas ha sido decisiva prácticamente en toda la lista del cuadro anterior, y estas empresas han podido invertir en la investigación que ha conducido a estas nuevas variedades, porque observaron que el mercado las recibía bien y que el mercado internacional de exportación e importación refrendaba la validez de la apuesta tecnológica… Y ahí las tenemos.

Productos "estrella" que no estaban

Hay otros productos que hace unos años simplemente no estaban y ahora sí que están, pudiéndolos dividir en dos tipos: los que conocíamos en general, pero no acababan de entrar en nuestras neveras; y los que han aparecido y casi nadie conocía hace unos años.

Entre los primeros están los mangos y los aguacates que, aunque se producían en la costa tropical de Andalucía y en Canarias, no los consumíamos prácticamente en España. A principio de este siglo, el consumo de aguacates estaba por debajo de los 400 gramos per cápita y ahora estamos en 2 kg frescos en los hogares y 2 kg más entre la restauración y el guacamole.

A principios de este siglo, el brócoli solo era conocido como un componente más de las menestras congeladas y, hoy día, está presente en casi todas las casas españolas

En estos momentos, prácticamente todas las neveras españolas tienen aguacates o guacamole, y en casi todos los bares y restaurantes hay oferta disponible. Por ello, aparte de la producción local, España es el tercer importador del mundo de aguacates, después de EE. UU. y Holanda, con unas importaciones de 262.000 toneladas durante el pasado año 2024.

Aunque de una forma no tan exagerada, el mango también ha entrado en las casas y en la restauración española, ya que, aparte de la pequeña producción de la costa tropical española, se están importando 76.000 toneladas, de las cuales una gran parte se consume en España.

Como comentábamos, hay otros productos que simplemente han aparecido en los lineales –y a continuación en nuestras neveras– y que, aunque conocidos por los profesionales del sector, no lo eran por los consumidores en general. En hortalizas, en general, el rey en este caso es el brócoli. A principios de este siglo, solo era conocido como un componente más de las menestras congeladas y, hoy día, está presente en casi todas las casas españolas y, además, a lo largo de todo el año. En este caso particular, el esfuerzo del sector productor, unido para la promoción del producto en la asociación “Más Brócoli”, ha sido decisivo.

Conquistando el paladar joven

Uno de los nuevos productos que además ha entrado por el sector más joven de los consumidores ha sido el arándano. Hace muy pocos años, no estaba en los lineales y hoy está en todas las cadenas, además de la mayoría de las fruterías y mercados de barrio de España, y esto implica en muchas neveras.

Pero además, en el caso de los arándanos, hay otro factor que les ha hecho superar a sus primas mayores, las fresas, y es que mientras estas en general continúan muy relacionadas con su campaña típica de primavera, los arándanos se han convertido, por sus características de resistencia a las largas logísticas de transporte, en producto de doce meses al año, combinando las campañas de Marruecos, España y Sudamérica.

Finalmente hay un factor que no hemos comentado hasta ahora, pero que también ha sido decisivo para que nuestras neveras cambiaran: el incremento del nivel de vida en España.  Muchos de los nuevos productos son de importación, y algunos caros.

En lo que llevamos de siglo, las importaciones españolas de frutas y hortalizas frescas han pasado de 1.497.000 a 4.379.000 toneladas, es decir, un incremento cercano al 200%. El gran cambio, no obstante, se ha dado en valor ya que, de un valor inicial de 660 millones de euros al año, en 2024 alcanzaron los 5.000 millones de euros, o lo que es lo mismo, se ha producido un incremento del valor de las importaciones del 660%.

De igual modo, si en el año 2000 las importaciones tenían una media de 0,45 €/kg, el pasado año esa media fue de 1,14 €/kg. Como conclusión cabría decir que, a lo largo del actual siglo, el consumidor español ha tenido acceso a productos frescos en frutas y hortalizas de mayor valor.

Paco Borrás

(*) Este artículo está incluido en el Anuario Frutas y Hortalizas 2026 de FRS Food Retail & Service, una obra exclusiva que ha sido posible gracias al patrocinio de Anecoop, Nufri, Orri, Patatas Meléndez y Zespri, y con el apoyo de otras empresas anunciantes. 

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