Food | 1 de cada 3 hortalizas que se consumen en Europa se cultivan en invernaderos solares españoles

Invernaderos como los de Almería y Granada cuentan con 3.300 horas de sol anuales, lo que les confiere autosuficiencia energética. Alemania, Francia, Reino Unido y Países Bajos son los principales destinos de estos productos.

Interior de un invernadero español
Interior de un invernadero español

Los problemas de abastecimiento generados a raíz de la pandemia o los originados por la invasión rusa a Ucrania han puesto en el foco la necesidad urgente de dotar a Europa de un sistema que fortalezca su independencia alimentaria y energética para tener asegurado un suministro razonable que no se vea demasiado afectado por posibles crisis globales o vaivenes geopolíticos en países terceros.

En España se localiza una de las mayores extensiones de invernaderos solares del mundo. En apenas 50 kms de costa, en las provincias de Almería y Granada, se concentran 36.000 hectáreas de invernaderos solares que garantizan el abastecimiento de frutas y verduras frescas a un mercado de 500 millones de europeos, incluso en los meses más duros de la época invernal.

Esta zona conocida como la huerta de Europa, alcanzó una producción durante la campaña pasada de 4 millones de toneladas y se erige como el principal proveedor de frutas y verduras frescas dentro de la Unión Europea. De hecho, 1 de cada 3 hortalizas que se consumen en invierno en Europa han sido cultivadas en los invernaderos solares del sudeste español. Estas cifras corroboran la vocación europeísta del sector.

El 75% de la producción española cultivada en invernaderos solares se destinó, en 2021, a la exportación al mercado interior europeo, en su mayoría a Alemania, Francia y Reino Unido

El 75% de la producción española cultivada en invernaderos solares se destinó, en 2021, a la exportación al mercado interior europeo, en su mayoría a Alemania (37%), Francia (19%), Reino Unido (13%) y Países Bajos (10%), lo que sitúa a España como uno de los principales proveedores de hortícolas dentro de la Unión Europea.

AMENAZA DE PAÍSES TERCEROS

Sin embargo, en los últimos años se observa con gran preocupación, desde el sector productor español, la cada vez mayor dependencia alimentaria de Europa de países terceros.

En el caso de las frutas y verduras procedentes de países terceros, han aumentado, en los últimos siete años, más de 5 puntos porcentuales, pasando de 1,2 millones de toneladas en 2015 a 1,8 millones en 2021, mientras que las de origen Europa han disminuido en un porcentaje similar.

Este caso es especialmente grave para algunos productos como el tomate, del que, desde 2015, se han perdido casi 140 mil toneladas de origen España y han incremento en más de 234 mil toneladas los de origen Marruecos y Turquía.

FRUTAS Y VERDURAS SEGURAS Y SOSTENIBLES

Según el II Observatorio Europeo sobre la Percepción de las Frutas y Hortalizas elaborado en el marco del Programa Cute Solar, más del 50% de los consumidores europeos considera que las frutas y hortalizas producidas bajo los invernaderos solares son seguras, saludables y que han sido cultivadas con métodos respetuosos con el medioambiente.

La sociedad demanda cada vez más frutas y hortalizas de calidad, seguras y sostenibles, por eso, "que España sea capaz de producir en los invernaderos solares productos frescos y naturales durante todo el año es un pilar básico en el mantenimiento de la soberanía alimentaria europea, que se ha demostrado muy necesaria. Tal y como nos han mostrado los recientes episodios vividos, es de especial importancia para Europa salvaguardar y potenciar modelos de producción europeos que promuevan la sostenibilidad ecológica, social y económica y aseguren un nivel suficiente de independencia alimentaria como Unión Europea", reconocen desde el consorcio de Cute Solar.

Los invernaderos solares del sudeste español bañados por más de 3.300 horas anuales de luz solar garantizan no solo el abastecimiento de los mercados europeos de productos frescos durante todo el año, sino que lo hacen, además, sin depender de fuentes de energía contaminantes. El clima es la principal baza que permite producir en época invernal siguiendo unos métodos absolutamente naturales y respetuosos con el medio ambiente, sin utilizar calefacción o iluminación artificial.

Según esta fuente, la otra gran baza de las frutas y verduras europeas es que gozan de los máximos estándares de calidad avalados por certificaciones que garantizan, la seguridad alimentaria, las buenas prácticas agrícolas y la sostenibilidad medioambiental, laboral y social.

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