Skina, el restaurante de Marcos Granda en Marbella, cambia su ubicación a un antiguo cortijo
El local, en la Milla de Oro de esta ciudad andaluza, acoge ahora diferentes espacios, un área de I+D y una bodega privada con más de 2.700 referencias.
Coincidiendo con el 20 aniversario de su primer restaurante, Skina, Marcos Granda protagoniza un salto cualitativo. Desde el pequeño (incluso diminuto) restaurante del casco histórico de Marbella, el equipo, con Mario Cachinero al frente de la cocina y Jesús Urda Sánchez en el servicio de sala, se traslada ahora a un antiguo cortijo, con un patio con la tradicional fuente, situado en el número 7 de la calle Cánovas del Castillo, en la Milla de Oro de esta ciudad andaluza.
Destaca la terraza exterior que alberga un formato con el que soñaba desde hace tiempo Marcos Granda. Es el champagne bar, diseñado para 29 personas y con una carta independiente en la que no faltan ostras, caviar, tartar de atún, gambas blancas, etc.
El salón principal está diseñado para acoger a 18 comensales y también cuenta con un privado para 12. Existe, además, el área de I+D en el que se desarrollarán experiencias diseñadas al milímetro atendiendo a las necesidades del cliente.
DOS ESTRELLAS MICHELIN
El continente ahora es radicalmente diferente. De aquella cocina casi minúscula desde la que se alcanzaron dos estrellas Michelin se pasa a un espacio realmente amplio. Si bien, algo no cambia: la propuesta culinaria de Mario Cachinero, anclada en el recetario tradicional andaluz.
Entre los platos icónicos del local sobresalen el Tartar de atún con caviar y crema de pistachos; Carabinero con salsa de curry o Quisquillas de Málaga.
Todo ello sin olvidar la bodega privada de Granda, reunida a lo largo de las últimas dos décadas, que cuenta con más de 2.700 referencias, destacando borgoñas, champanes y etiquetas dignas de coleccionismo como añadas antiguas de Petrus, Château D'Yquem o Rayas.
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