Un rayo de esperanza se ha colado entre los ventanales de la cadena estadounidense de grandes almacenes Sears. La compañía de Illinois ha recibido este jueves una inyección de 5.000 millones de dólares por parte del presidente del holding Eddie Lampert, que ha puesto sobre la mesa una oferta revisada de adquisición de la compañía por esta cantidad. 

Según ha adelantado Reuters, que cita el documento emitido por las autoridades regulatorias de Estados Unidos, la franquicia ha recibido este impulso que podría salvar las 425 tiendas y los 50.000 empleos que dependen de ellas en territorio estadounidense.

Se trata de una solución in extremis para la compañía, propietaria de enseñas como Roebuck y Kmart e icónica en los años 80 y 90, pero que ha ido perdiendo fuerza en las últimas décadas ante el empuje de empresas como Walmart o Amazon en una situación que le ha terminado llevando al concurso de acreedores.

El modelo de negocio de Sears no ha cambiado demasiado desde su época dorada y las ventas del retailer no han sido las suficientes en los últimos años, pasando de los más de 53.000 millones de dólares en ingresos a los apenas 16.700 millones registrados en 2017.