Alimentation Couche-Tard se ha bajado de la puja para adquirir al gigante japonés 7-Eleven, por el que había llegado a ofrecer 46.000 millones de dólares.
Couche-Tard ha explicado que entre las razones para su retirada se encuentra la falta de "compromiso constructivo" por parte de 7-Eleven. A esto se suman las dificultades propias del grupo canadiense, cuyas acciones acumulan una caída del 14% desde inicios de año debido a una ralentización en sus ventas en Estados Unidos.
Las negociaciones para formar un gigante transcontinental de la alimentación se habían iniciado hace cerca de un año.
"No ha habido un compromiso sincero ni constructivo por parte de 7-Eleven que pudiera facilitar avances en la propuesta", ha explicado Couche-Tard en una carta dirigida a la directiva de la cadena japonés. "Habéis iniciado una campaña de ofuscación y retrasos, que va en perjuicio de 7-Eleven y sus accionistas".
Las dos partes habían acordado trabajar en una solución para garantizar la luz verde de las autoridades de competencia, sobre todo en Estados Unidos, donde la intención era vender 2.000 tiendas para evitar solapamientos en algunas áreas geográficas del país.
El grupo canadiense había empujado a 7-Eleven a cambiar de CEO —el primer no japonés de su historia— y a introducir cambios drásticos en su portfolio, como la venta de un paquete de tiendas en Japón y el compromiso de que su rama estadounidense saliera a Bolsa.
El grupo japonés ha explicado en un comunicado su decepción, "pero no sorpresa", por la decisión de Couche-Tard de retirarse.
"Creemos que la decisión de Couche-Tard de poner punto y final al proceso de adquisición será bien recibido por los inversores, dado que elimina obstáculos, incertidumbres y riesgos asociados con esta operación tan grande", ha defendido 7-Eleven.