Covirán participa un año más en la semana contra el desperdicio alimentario que organiza la Asociación de Fabricantes y Consumidores (Aecoc) en toda España con el objetivo de reducir el despilfarro de comida. La cooperativa pretende contribuir a concienciar a las familias sobre la necesidad de frenar un problema de impacto económico, social y medioambiental.
Con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, decretado por la Asamblea General de la Naciones Unidas para el próximo 29 de septiembre, la enseña aboga por fomentar un consumo saludable y ofrecer pautas que ayuden a las familias a reducir la cantidad de alimentos que cada año acaban en la basura. Para ello, lleva a cabo acciones de sensibilización a través de su folleto promocional, cartelería, web corporativa, redes sociales.
EL IMPACTO DE LA PÉRDIDA DE ALIMENTOS
Según el 'Índice de desperdicio de alimentos 2021' elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, alrededor del 10% de las emisiones totales de los gases de efecto invernadero está ligado a la comida desperdiciada en los hogares, comercios y restaurantes. El impacto de la pérdida de alimentos supone hasta el 34% de las emisiones globales de CO2, si tenemos en cuenta el desperdicio que se produce en las etapas previas del tratamiento de los alimentos, como producción, transporte y almacenaje.
Covirán desarrolla líneas de trabajo y pone en marcha acciones para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a través de toda su cadena de valor, con el fin, entre otros objetivos, de encontrar maneras de redistribuir el exceso de alimentos y reducción de CO2.
Estas acciones se engloban dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: producción y consumo responsable, en concreto el ODS 12 que pretende reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a las cosechas.
