Los rumores acerca del hipotético desembarco de Mercadona en Italia han crecido en intensidad durante los últimos meses gracias a la confluencia de dos factores.

Por un lado, la inminente salida de Carrefour del mercado transalpino, donde cosecha pérdidas desde hace años. Por el otro, la rápida expansión de Mercadona en Portugal, que avanza a un ritmo superior de lo previsto.

Como ha reconocido Juan Roig en más de una ocasión, una vez el país vecino esté "tan controlado como España" —lo que podría suceder en un plazo de entre cinco y diez años—, la enseña valenciana comenzará a barajar nuevas aventuras internacionales.

Italia, una salida natural para Mercadona

Italia es una salida natural para Mercadona. Como señala Alfonso Sebastián, experto del sector y vicepresidente de AER, Italia es en la actualidad "el mercado menos concentrado de Europa", con las tres principales enseñas concentrando el 40% de cuota. En España, las tres primeras cadenas acaparan el 42,4%.

La cuestión ahora es bajo qué fórmula podría llegar a Italia. La compra de la filial italiana de Carrefour parece improbable, dada la multiplicidad de formatos y enseñas. Mercadona se precia de mantener un modelo único y estandarizado que funciona "como una cadena de montaje", en palabras de su presidente.

Conad y Coop están descartadas debido a su personalidad jurídica cooperativa. En cambio, Esselunga podría ser una buena opción dada "su homogeneidad de formatos y el tamaño de sus supermercados, además de su localización focalizada en el Norte y Centro de Italia", explica Sebastián.

Pero advierte: "No será fácil convencer a los descendientes de Bernardo Caprotti, fundador de Esselunga. Según parece, él mismo dejó escrito en su testamento —antes de su fallecimiento en 2016— que Mercadona no sería una buena opción como compradora, fruto de algún desencuentro con Juan Roig en el acercamiento de ambas empresas en 2008".

Nada que el tiempo y una buena oferta económica no puedan arreglar, tal vez.