Cinco consejos para llenar tu nevera tras las vacaciones
Lola Market propone ideas concretas que pasan, inevitablemente, por una buena planificación de la compra.
El regreso a la rutina diaria tras las vacaciones implica, también, enfrentarse a la nevera vacía. Por eso, no está de más tener en cuenta algunas cuestiones básicas que pueden ayudarnos a saber cuáles son los pasos necesarios y los trucos para hacer más llevadera la vuelta.
El marketplace de alimentación y productos frescos Lola Market ofrece cinco consejos a los recién llegados a la hora de llenar el carrito.
1.- Planificar bien la compra y aprovechar para llenar la nevera. Lo primero es reponer los alimentos básicos: pan, leche, aceite, huevos, detergente, etc. Conviene establecer un menú variado y saludable para la primera semana, apuntando los ingredientes necesarios para cada receta. Lo mejor es tomarse un momento para ver qué tenemos en la despensa y qué es lo que nos hará falta comprar. Tener en cuenta la pirámide nutricional nos servirá de base para establecer los alimentos imprescindibles.
2.- Combinar la compra de básicos con alimentos frescos y naturales. Esto nos ayudará a volver a retomar una dieta sana y equilibrada tras la vuelta del verano. Lo idóneo será establecer la base de nuestra alimentación con ingredientes frescos y de temporada.
3.- Hacer la compra online y recibirla cuando te venga mejor. La primera compra de la vuelta de vacaciones suele ser voluminosa y pesada. Para evitar colas, cargar o tener que pasar unas cuantas horas en un supermercado, lo mejor es echar mano de la lista que hemos elaborado y hacer la compra desde el sofá, o donde mejor te venga.
4.- Evitar dejar alimentos perecederos en la nevera. Es la manera perfecta de ahorrar tiempo y trabajo a la vuelta. Lo mejor es planificar las comidas de los días previos, de manera que se utilice la mayor cantidad de alimentos perecederos posible, reduciendo el desperdicio alimenticio. Si quedan alimentos abiertos o frescos que se van a estropear a corto plazo, es preferible dárselos a alguien o tirarlos para evitar encontrar en la nevera un ‘ecosistema vivo’ al volver a casa.
5.- Anticipar la vuelta organizando la primera comida. Tener pensada una comida justo para el momento de la llegada a casa nos ahorrará un estrés innecesario. Basta alguna receta sencilla que no requiera alimentos frescos. Puede acudirse a congelados, latas, pasta o arroz. Dentro de lo posible, lo recomendable es buscar las alternativas más saludables.
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