Los españoles aún tenemos deberes para reducir el desperdicio alimentario, tal y como indica el MAPA en su Informe del consumo de alimentación en España 2017. Según los datos del Ministerio, los hogares españoles tiraron a la basura hasta 1.229 millones de kilos de alimentos en 2017. Es decir, 23,6 millones de kilos semanales. Hay que tomárselo aún más en serio...

La buena noticia es que el informe constata que hay una mayor concienciación de las familias en la lucha contra el desperdicio alimentario, pues las cifras dadas anteriormente suponen una reducción del 5,7% respecto al año anterior.

"En 2017 los españoles tiraron a la basura 74,5 millones de kilos de alimentos menos que en 2016", la destacado en rueda de prensa el ministro Luis Planas, quien ha apuntado que "aún nos queda mucho camino por recorrer para hacer un consumo más efectivo, tanto en el punto de vista económico como en el ético".

El 87,5% del total de alimentos desperdiciados son productos que llegan a la basura tal cual se compraron. Es decir, se han descartado sin llegarse a abrir por pasarse su fecha de caducidad o por perder calidad en la nevera o en la despensa con el paso del tiempo.

Frutas, verduras, hortalizas y pan son los alimentos más desechados en cuanto a volumen total, si bien la mayor tasa de desperdicio corresponde a las salsas: un 20,7% de lo comprado acaba en la basura.