Medidas para reducir el impacto de la inflación en los márgenes de las empresas

Desde Anged han lanzado un nuevo Barómetro #Topcommerce, con la colaboración de ocho economistas y expertos empresariales

La inflación se ha convertido en un problema de primer orden para empresas y hogares

Como consecuencia de muchos factores, como la preocupante escalada que desde hace meses se ha producido en los precios de la electricidad y los carburantes, el alza histórica de las materias primas, los problemas de oferta y los cuellos de botella de la logística internacional, la preocupación en los hogares y empresas se ha incrementado cuantiosamente.

Para debatir sobre las medidas que se podrían impulsar en España para aliviar el fuerte impacto de la inflación sobre los costes y márgenes de las empresas, desde Anged, han lanzado un nuevo Barómetro #Topcommerce, con la colaboración de ocho economistas y expertos empresariales.

“La situación internacional por la guerra en Ucrania y la crisis energética obligan a redefinir de forma inmediata la estrategia de las empresas, en un escenario muy duro. Este esfuerzo del sector privado tendría que ir acompañado de medidas que ayuden a reducir los costes y que flexibilicen el margen de actuación, si no queremos abocar al colapso de muchas de empresas”, señala Javier Millán-Astray, vicepresidente Ejecutivo de Anged.

En su opinión, mientras dure esta coyuntura se deberían adoptar medidas en dos frentes. Por un lado, “realizar una profunda revisión de aquellas normas vigentes o previstas que representen un incremento adicional de los costes de las empresas”. Por otro lado, “dotar a las empresas de un marco de flexibilidad imprescindible para cumplir los objetivos y ajustarse a las nuevas condiciones del entorno económico”.

IEE, FUNCAS, EY Y SINGULAR BANK

Desde diversos organismos y compañías, los expertos han dado su opinión en este debate.

Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) explica que, dada la naturaleza del actual episodio inflacionario, que no deja de ser una perturbación negativa de oferta, resulta clave “que las medidas que se implementen vayan dirigidas a paliar los efectos de este shock sobre nuestro tejido empresarial”.

“La mejor solución pasa por abordar una rebaja de los impuestos que soportan las empresas, así como planes liberalizadores, lo que permitiría evitar un deterioro mayor de los márgenes empresariales, así como sostener la actividad y el empleo”, explica el director general del IEE.

“Nunca es tarde para abordar las reformas estructurales necesarias para mejorar nuestra competitividad, productividad y crecimiento potencial, entre las que destacan la mejora de la eficiencia del gasto público como medida clave”, concluye.

Por su parte, María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, asegura que la única medida “realmente potente” que está en manos del Gobierno sería “modificar el funcionamiento del mercado mayorista eléctrico, con el fin de abaratar el precio de la electricidad”.

“En un pacto de rentas deberían estar incluidas las pensiones, para distribuir el impacto del coste entre todos los agentes”, afirma Fernández.

Desde EY Insights y People Advisory Services, Juan Pablo Riesgo afirma que para reducir el impacto inflacionista en los márgenes de las empresas se pueden aplicar “nuevas deducciones en el Impuesto de Sociedades, con Cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, por inversiones que mejoren la eficiencia de los procesos, que liberen recursos a las empresas y les dé más margen para evitar trasladar a precios el impacto de los sobrecostes de producción”.

Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank, estima que “sería oportuno reducir la presión fiscal a las empresas, teniendo en cuenta que predominan las pymes”. “En concreto, debería reducirse el Impuesto de Sociedades, a un tipo del 20%, y las cotizaciones sociales a cargo de la empresa, para que puedan contrarrestar el alza de los costes de producción y evitar efectos de segunda ronda”, afirma Coronil.

DEUSTO BUSINESS SCHOOL, ESIC Y EY

Otros cuatro profesionales del sector económico/educativo también han participado en este debate.

Mario Cantalapiedra, economista y profesor de Deusto Business School, asegura que deberían “arbitrarse mecanismos de subsidio en los consumos energéticos y de combustible de las empresas en función de la intensidad con la que recurran a estas materias primas”.

“Recomiendo llevar un control exhaustivo de costes, gestionar los riesgos de crédito comercial y replantear la estrategia comercial, tratando de diversificar la venta hacia clientes que proporcionen márgenes más elevados”, afirma Cantalapiedra.

Por otro lado, Fernando Castelló, economista y profesor en ESIC Business & Marketing School, advierte que serían adecuados instrumentos de transferencias para los colectivos de empresas y familias más afectados por la coyuntura. “Una potencial rebaja de impuestos debería ser temporal y tremendamente selectiva", afirma Castelló.

“Para el comercio es fundamental superar el enfoque coyuntural y adoptar una perspectiva a largo plazo que permita mejorar la productividad, junto a la transición energética, algo que a medio-largo plazo hará posible la recuperación de márgenes”, concluye.

Para terminar, Transy Rodríguez, socia de EY Consumer Products and Retail, asegura que es vital “reducir los impuestos al consumo y la energía, fomentar la competencia, mejorar infraestructuras que optimicen las cadenas de producción, fomentar las importaciones de materias primas e inputs industriales reduciendo aranceles y cuotas, optimizar la regulación laboral y definir políticas de rentas adecuadas a la situación”.

“Las empresas deben continuar con mejoras de la competitividad, búsqueda de nuevos mercados, alianzas estratégicas y la consecución de ahorros que contrarresten la caída de márgenes a través de la automatización y digitalización”, explica.