Arrancamos el mes con una cuenta atrás fundamental para el sector alimentario. Quedan menos de 30 días para el brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea que se producirá el próximo 29 de marzo si se cumplen las condiciones -está por ver si será un brexit duro, una salida con acuerdo o incluso se produzca un aplazamiento- para que el órdago británico se haga efectivo o quede en suspenso durante un tiempo.

Sin embargo, con ese horizonte tan cercano, todavía no están definidos algunos puntos clave que seguramente terminen afectando a las empresas españolas, especialmente ante la posiblilidad de un brexit duro -sin acuerdo- y, por tanto, a nuestra economía. Los analistas no dejan de hacer cuentas y de analizar cómo puede repercutir la salida de un país como el Reino Unido de la UE en las relaciones comerciales con España.

El grupo internacional de consultoria Ayming, por ejemplo, analiza el impacto de la salida en tres materias fundamentales para nuestro país como son aduanas, IVA e Impuestos Especiales.

En materia aduanera, la principal consecuencia que tendrá la salida de Reino Unido de la Unión Europea afectará a las exportaciones que se lleven a cabo en Europa y a las correspondientes importaciones en Reino Unido y viceversa, en la medida en que, a día de hoy, no hay Acuerdos de Libre Comercio suscritos por Reino Unido. A partir del próximo 29 de marzo, lo más previsible es que los aranceles a la importación sean exigibles al 100%, sin reducciones ni exenciones. 

En lo referente al IVA, el Brexit supondrá, según el análisis de Ayming, que el IVA a la importación se convertirá en un coste financiero para las empresas españolas debido a la diferencia temporal entre el pago del IVA y su recuperación, salvo que sea de aplicación el régimen de diferimiento del IVA a la importación a las entidades identificadas a efectos de IVA en la citada jurisdicción. En relación con las empresas establecidas en Reino Unido que operan con nuestro país o con cualquier otro Estado miembro, previsiblemente deberán solicitar la devolución del IVA soportado en la Unión Europea siguiendo el procedimiento previsto para las empresas de países terceros, es decir, fuera de la UE.

En cuanto a los Impuestos Especiales, el principal efecto será que bienes sujetos a los Impuestos Especiales, entre otros, los hidrocarburos, el tabaco o el alcohol, estarán sujetos a tributación en el país de destino, sin que puedan circular dentro de la UE al amparo del llamado régimen suspensivo, que actualmente permite diferir la tributación, en términos generales, hasta el momento en que tiene lugar el consumo de los citados bienes.

PREOCUPACIÓN EN EL SECTOR ALIMENTARIO

Los últimos datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación -referentes al cierre de 2017 y recogidos por Efe Agro- reflejan que Reino Unido fue el quinto destino de las exportaciones agroalimentarias del país, con 3.953 millones de euros de ventas. O lo que es lo mismo, casi un 11 % del total.

El de la alimentación, por tanto, es uno de los sectores económicos más preocupados en España por la incertidumbre que rodea la salida de Reino Unido de la UE, y ya ha empezado a tomar medidas para minimizar el impacto en sus cuentas.

El estudio de rutas alternativas por vía marítima para transportar sus productos hasta las islas, la búsqueda de mercados que compensen la previsible caída de ventas o el envío de alimentos no perecederos para reforzar las existencias antes del brexit son algunas de las medidas aplicadas por las empresas españolas.

En este sentido, según los datos analizados por Efe, el sector más vulnerable a los vaivenes derivados del brexit es el hortofrutícola, para el que el del Reino Unido es el tercer mercado más relevante, del que dependen 1.869 millones de euros en ingresos. 

'ACOPIO' DE EXISTENCIAS ANTE UN BREXIT DURO

José Miguel Flavian, consultor que trabaja desde Londres para empresas españolas de alimentación, incide en que el Gobierno británico ya ha informado a los importadores de que nada más activar un brexit sin acuerdo habría un período de tiempo en el que podrán seguir enviando producto como hasta ahora, y que los nuevos requisitos burocráticos se podrán resolver a posteriori.

Flavián, en su blog Retail in Detail, recuerda que, en general, existe un clima de desconfianza entre el consumidor británico ante la incertidumbre de lo que va a suceder en las próximas semanas y como quedará el país tras la salida de la Unión Europea.

En este sentido, recuerda que desde hace unos pocos meses se habla de la figura de los 'preppers', inspirados en los movimientos de supervivencia:"Son personas que se preparan para una disrupción severa de la vida cotidiana tras el brexit, y en consecuencia acumulan comida para la familia y la mascota, medicamentos y otros productos de primera necesidad en casa", explica en su blog.

También destaca que el gran consumo no es ajeno a esta preocupación. En su opinión, el planteamiento de cara al próximo 29 de marzo es diferente para quien se dedica al producto fresco y quien se centra envasado, cuya caducidad es más larga.

En Retail in Detail leemos que compañías como Tesco y Marks & Spencer han reconocido que están acumulando productos ambiente para evitar quedarse sin existencias durante las semanas siguientes a un posible brexit sin acuerdo. 

En definitiva, la preocupación se extiende a ambos lados del Canal de la Mancha. Una vez más, los políticos han jugado por encima de sus posibilidades poniendo en jaque a un sector de la alimentación que podría salir muy mal parado de una salida abrupta del Reino Unido de la Unión Europea.