Nuevo proyecto europeo que aprovecha residuos agroalimentarios
Se trata de obtener energía renovable a partir de la creación de gases producidos mediante materiales biodegradables.
El futuro está, sin duda, en conseguir un mundo mejor desde el punto de vista medioambiental. En esto mismo se ha empeñado el sector agroalimentario y ha nacido así el proyecto Biogas3, que promueve el aprovechamiento de los residuos agroalimentarios para la producción de energía renovable en instalaciones a pequeña escala. El fin es mejorar el autoconsumo energético y favorecer un importante ahorro económico en la producción y gestión de la energía.
Este sistema, que arrancó el pasado 1 de marzo y que cuenta con diez partners procedentes de siete países de la Unión Europea (Alemania, Francia, Suecia, Irlanda, Polonia, Italia y España), representa una nueva fórmula de obtención de energía renovable a partir de la creación de gases producidos mediante materiales biodegradables que generan una mínima huella de carbono. Este proceso, denominado “digestión anaerobia”, es un modelo de negocio sostenible muy exitoso.
En España, ha apostado por él Ainia, centro tecnológico especializado en el sector agroalimentario ubicado en Valencia, que impulsa la colaboración entre diferentes países europeos a través de las principales asociaciones de la industria agroalimentaria: Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab), en representación de España; Actia, de Francia; y Tecnoalimenti, de Italia.
El reto de este proyecto es influir en las políticas energéticas de los estados miembros de la UE con el fin de que se conciencien de las ventajas de utilizar estos modelos de producción de energía.
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