Nestlé ha lanzado en España sus primeros productos con el sistema de etiquetado nutricional NutriScore en los supermercados. Las marcas de cereales de desayuno Chocapic Bio, Fitness Original y Bio, Cheerios Bio y Nesquik Alphabet, y toda la gama de productos a base de proteínas vegetales Garden Gourmet incluyen desde ahora esta codificación nutricional en la parte frontal de su envase.

Según recuerda la marca, este etiquetado ayuda a los consumidores a comparar la calidad nutricional de los alimentos a simple vista, promoviendo decisiones de compra más informadas que reviertan en una dieta más saludable.

Tras implementarlo en otros mercados europeos como Francia, Bélgica y Suiza, Nestlé ha empezado a aplicar NutriScore también en productos comercializados en España, a la vez que lo está haciendo en Portugal. En un plazo de dos años, las marcas que ahora han empezado a usar este sistema deberán incluirlo en la totalidad de sus referencias. En ese plazo, la gama completa de cereales para desayuno utilizará este nuevo modelo. Asimismo, la compañía ha declarado que extenderá el uso de este sistema a otras categorías de su portafolio en los próximos meses.

"La compañía apuesta por este nuevo etiquetado porque está totalmente en línea con los 10 Compromisos Nutricionales de Nestlé. Por un lado, con el que hace referencia a la reformulación de productos. Nestlé lleva 20 años esforzándose para mejorar el perfil nutricional de sus productos, principalmente mediante la reducción en azúcares, sal y grasas saturadas. Por otro lado, NutriScore también nos ayuda a cumplir con nuestro compromiso de ofrecer al consumidor una información nutricional transparente y responsable que le permita tomar decisiones de compra más conscientes", señala el director general de Nestlé España, Jacques Reber.

UNA ESCALA DE CINCO LETRAS

NutriScore es un esquema voluntario de etiquetado frontal que clasifica los alimentos y bebidas de acuerdo con su perfil nutricional. Este sistema se basa en puntuar, mediante un algoritmo, los alimentos en función de su composición nutricional por 100 g del producto. Esta puntuación sirve para clasificar los alimentos según una escala de cinco letras: A/B/C/D/E, y un código de colores, que va del verde oscuro al rojo, en función de su calidad nutricional.

El algoritmo pondera los nutrientes beneficiosos para la salud que contiene el alimento - porcentaje de frutas y verduras, gramos de fibra y gramos de proteínas -, y los nutrientes considerados desfavorables: energía, azúcares, grasas saturadas y sodio. Cuanto mayor peso tengan los nutrientes beneficiosos sobre los desfavorables, el producto más se acercará a la letra A y al color verde.

Este sistema es útil para comparar productos del mismo tipo, pero no es recomendable para productos distintos. El modelo se creó en Francia y ha demostrado ser un código valorado positivamente por los consumidores. Además, está avalado por expertos y actores de máxima relevancia como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).

UN SISTEMA ARMONIZADO

Nestlé recuerda que siempre se ha mostrado partidaria de tener un sistema armonizado para toda Europa. En junio de 2019 anunció públicamente su apoyo a NutriScore y la intención de implementarlo de forma gradual, empezando por aquellos países que ya habían mostrado su conformidad. En noviembre del mismo año, la multinacional hizo público que aplicaría este código en Austria, Bélgica, Francia, Alemania y Suiza a partir del primer semestre de 2020, y que lo implementaría en las marcas de su propiedad en el plazo de dos años.

Más recientemente, en abril de 2020, la compañía y una coalición formada por asociaciones de consumidores, organizaciones académicas y de salud pública, y otras empresas alimentarias pidieron a la Comisión Europea la obligatoriedad de este etiquetado en toda la Unión Europea.

En España, en 2018 el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar ya reconoció los beneficios del sistema NutriScore y anunció su soporte al mismo. El pasado mes de mayo, Nestlé y otras organizaciones solicitaron al ministro de Consumo, Alberto Garzón, su implementación obligatoria en el marco de la estrategia de la Comisión Europea 'De la granja a la mesa'.