En el mundo del vino hay cabida para todos los públicos y se debe hacer un mayor esfuerzo por conseguir que la gente joven se vincule aún más a este entorno. Esta es una de las conclusiones principales de I Jornada S.O.S. Vino en España, organizada por Lidl, que ha pretendido poner el foco en un tema que “preocupa”, pero que, con el esfuerzo del sector, puede invertir la tendencia, incrementando el consumo de vino para situarlo al menos, al nivel de otros países europeos, señalan los organizadores.
La jornada, dirigida por Pedro Ballesteros, Master of Wine español y miembro de la directiva del Instituto de Masters of Wine desde 2010, ha estado conducida por el actor Juan Echanove, actual miembro de la Real Academia de Gastronomía.
Asimismo, Susana García, directora de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) dio a conocer los últimos datos sobre el consumo de vino en España, que es de seis litros por habitante y año, frente a otros países europeos que como Bélgica consumen 24 litros.
El vino gusta más al consumidor de fuera de España, "tendencia que debe cambiarse a corto y medio plazo"
Además, el vino gusta más al consumidor de fuera de España que al local, “tendencia que debe cambiarse a corto y medio plazo”, señaló. Por otra parte, el consumidor de vino en España es mayor de 40 años, por lo que se hace necesario acercarlo a un público más joven. García apuntó también a la importancia de dedicar mayor inversión a promoción al tiempo que se hace “imprescindible” cambiar los hábitos del consumidor.
A nivel del sector, Susana García destacó el papel de España como primer país del mundo en cuanto a superficie vitivinícola, con una facturación de 6.500 millones de euros, lo que representa el 1,5 del PIB. Sin embargo, a pesar de estas cifras, el hecho de que haya una ausencia de campañas sectoriales a nivel nacional, hace que no se esté llegando al consumidor.
El evento también contó con la asistencia de productores, responsables de varias bodegas como Altolandon, Bodegas Neo, Pernod Ricard, Gorka Izaguirre, Bodegas Castaño y Pago Los Balancines. Cada uno de ellos mostró dos de sus vinos, elegidos por rangos de precio entre los 4 – 25€, con una cata para demostrar la convivencia de vinos en un rango diferente de precios y que la democratización de los vinos es posible.
Durante el encuentro, la enología, también ha estado representada a través del enólogo Antonio Flores, masterblender de González Byass, que destacó el papel de los vinos de Jerez y cómo vuelven a ser reconocidos también por el consumidor más joven.
EL EJEMPLO DE LIDL
En la última parte de la jornada, Albert Planas, gerente de compras de vinos de Lidl España, dio detalles sobre la apuesta de la enseña en favor de los vinos españoles. En este sentido explicó: “Trabajamos y apoyamos a los productores nacionales para ofrecer un surtido completo y a precios asequibles”. "Luchamos por la democratización del vino y por recuperar la cultura del vino, en una apuesta estratégica por seguir aumentando su consumo”, apostilló.
Lidl cuenta actualmente con 80 referencias de surtido fijo (entre las que se encuentran incluidos 20 premium), más de 60 proveedores nacionales y 40 denominaciones de origen, alcanzando el 7% del volumen total del vino de la gran distribución.
La firma compra a los proveedores de vinos españoles 75,5 millones de litros de vino, de los cuales 47,6 millones van destinados a la exportación principalmente en 20 países europeos y Estados Unidos en los que la compañía está presente.
CONCLUSIONES
Tras el encuentro, Pedro Ballesteros destacó cuatro conclusiones:
1.- El vino debe ser accesible a todo el mundo, sin por ello disminuir la cultura del vino.
2.- La gran distribución juega un papel muy importante en difundir esta cultura.
3.- La industria del vino se mantendrá si se consigue remontar el consumo.
4.- Es necesario tener en cuenta que el vino es un instrumento de comunicación que hay que cuidar y todos los actores del sector deben contribuir a ello.
