La música de las gaitas que han inaugurado el 37º Congreso del Gran Consumo de Aecoc ha tenido su eco en las palabras del presidente de la asociación, Ignacio González. Siguiendo con el sonido que ha retumbado en el Palacio de Congresos de Santiago de Compostela, González ha mantenido un tono reivindicativo que se parecía más al sonido de los tambores que al de las gaitas.

“Sabemos como nadie lo que necesitan los clientes”, ha afirmado González ante los más de 1.000 congresistas presentes. “No tenemos elecciones cada cuatro años, las tenemos todos los días, 12 millones de veces”, incide el presidente de Aecoc. Después de eso han llegado varias frases que han llamado la atención por la relevancia del momento y por la contundencia. “Nuestro sector no se está beneficiando de esta situación”.

“Nos criminalizan y nos presionan a través de la regulación”, insiste González. “Nos tenemos que rebelar ante las acusaciones de que no nos estamos esforzando, porque no somos culpables, sino víctimas”, reflexiona: “Parece mentira que se hayan olvidado tan rápido los piropos que nos echaban durante la pandemia”, continúa.

Así, repite que “el Gran Consumo no es el culpable de la subida de precios”. Más bien ha sufrido el incremento de precios en numerosas materias primas agrícolas, a consecuencia de las tensiones en la cadena de suministro, en un primer momento, pero después por culpa de la guerra que ha hecho crecer los precios hasta niveles nunca vistos. Como ejemplo, el presidente de Aecoc menciona el incremento del coste de producir patatas, que aumenta un 72%.

Por eso, frente a costes que se elevan a doble dígito y algunos incluso superan el 100%. “El sector está repercutiendo solo una pequeña parte de los incrementos que soporta”, defiende González. Por ello, los enormes gastos que soportan han obligado a las empresas a actuar en dos líneas: por un lado, el sector está contrayendo los márgenes para que no se traslade toda la inflación al consumidor. Por otro lado, todo tipo de empresas están ejecutando planes de eficiencia: “No conozco ninguna empresa que no tenga un plan de eficiencia o de costes en marcha”, subraya González.

Ante las numerosas nubes que planean sobre el sector, como el incremento de la deuda, la previsión de que la inflación durará más de lo que se esperaba o el empeoramiento de las condiciones financieras, González se pregunta si es el momento de elevar ciertos costes, como el de las cotizaciones sociales o los que traen consigo los diversos impuestos que prevén instaurarse en los próximos meses.

Su respuesta es rotunda: el exceso de regulación va a costar miles de millones al sector. El Real Decreto de Envases costará 6.270 millones de euros durante la próxima década, el impuesto al plástico tendrá un coste de 690 millones de euros, además de encarecer una de cada dos operaciones de carga. Por su parte, el incremento del tipo impositivo a las bebidas azucaradas también se aplicará a las bebidas edulcoradas, que elevará del 10% al 21% el IVA de numerosas categorías de productos.

Más allá de esas quejas, González dibuja un panorama en el que la colaboración para ayudar al consumidor es uno de los principales pilares. “Debemos afrontarlo conjuntamente y sin hacer la guerra entre nosotros”, incide el presidente de Aecoc. En ese sentido, señala que la prioridad del sector es “que las familias se recuperen”.