La batalla que mantiene Carrefour con algunos fabricantes, como PepsiCo, a cuenta del alza del precio de sus productos se extiende a otras enseñas europeas. Es el caso de la holandesa Jumbo, que se suma a la lista de minoristas con serias dificultades para negociar precios con sus proveedores. El caso es que esta enseña se ha topado con Coca-Cola y Haribo. De hecho, los productos de esta última ya no se encuentran en sus lineales y los del gigante de bebidas estadounidense pueden seguir el mismo camino.

La cadena de supermercados holandesa no está dispuesta a aceptar subidas de precios que considera demasiado elevadas, informa Retail Detail. Desde hace varios días no hay dulces de Haribo en los supermercados de la cadena, mientras que Coca-Cola también habría interrumpido las entregas. Además, Jumbo está en desacuerdo con un productor de patatas fritas y varias marcas de cerveza.

"Es cierto que los productos de Haribo y Coca-Cola actualmente están disponibles de forma limitada. Las conversaciones para 2024 aún no se han cerrado con ambos proveedores", ha explicado un portavoz de Jumbo a Distrifood. El director general de esta enseña, Ton van Veen, avanzó recientemente que la compañía tiene la intención de recuperar cuota de mercado y para ello ha de centrarse más en los precios bajos.

OTROS ENFRENTAMIENTOS EN EL ENTORNO EUROPEO

Otras compañías minoristas de alimentación en Europa están también teniendo divergencias con fabricantes por la subida de precios. Así, la belga Colruyt ha tenido enfrentamientos con grandes empresas como AB InBev, Unilever y Mars y muchos productos de estas firmas ya no se encuentran en sus lineales. Y, como os venimos contando, Carrefour mantiene un pulso difícil con PepsiCo tanto en Francia como en Bélgica, Polonia, España e Italia.

Después de dos años de alta inflación, los minoristas de alimentos se resisten a los nuevos aumentos de precios que las marcas quieren imponer. Con la caída de los precios de las materias primas y la estabilización de los precios de la energía, exigen que los precios al consumidor vuelvan a bajar. También quieren restablecer sus propios márgenes, que se han reducido drásticamente en los últimos años.

Por su parte, los fabricantes se acogen al fuerte aumento de los costes laborales y argumentan que no están trasladando todos esos incrementos a los consumidores. En este escenario, no sería extraño que, en las próximas semanas, se produzcan más enfrentamientos en el sector.