Consum y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han renovado la Cátedra Consum-UPV por tres años más. Dicho convenio se inició en 2007. La Cátedra tiene como objetivo la formación y la investigación para mejorar los procesos de comercialización de productos alimentarios. Está adscrita a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural y al Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la UPV.
"En estos casi 20 años que llevamos juntos, la Cátedra Consum-UPV demuestra que la unión entre universidad y empresa es imprescindible para avanzar. Esta sinergia potencia el desarrollo académico y profesional del estudiantado, preparándolos para afrontar los desafíos de una sociedad en constante cambio, y aporta a las empresas una visión fresca, innovadora y dinámica que les permite seguir creciendo y evolucionando", ha señalado el director general de Consum, Antonio Rodríguez Lázaro.
Según el director de la cátedra Consum-UPV, Juan Manuel Buitrago Vera, "es espectacular ver cómo el programa de ventajas Mundo Consum permite mejorar la oferta de productos hacia el consumidor", además de ser un referente en el sector. "Nosotros lo utilizamos como ejemplo de aplicación de técnicas de marketing a la vida real. Colaborar con ellos nos da ese realismo que no está en los libros", subraya el profesor Buitrago.
En sus 18 años de trayectoria, la Cátedra Consum ha buscado acercar la realidad empresarial a las aulas de la UPV, a través de conferencias y jornadas de divulgación, al tiempo que ha contribuido a la formación del estudiantado gracias a prácticas, becas de formación y premios a trabajos final de carrera. Desde hace tres años, la Cátedra participa en un programa de innovación educativa patrocinando un software de simulación empresarial. Los alumnos aprenden colaborando con el departamento de marketing de una empresa y compitiendo unos contra otros.
Después de centrarse durante años en Geomarketing y Google Maps, actualmente desde la Cátedra se trabaja en el análisis de las preferencias del consumidor, utilizando técnicas novedosas de neurociencia. Esta tecnología permite analizar las características de los alimentos, por ejemplo, aspecto, aroma y sabor, y adaptarlos a las preferencias de los consumidores. Se está trabajando con frutas frescas y frutos secos.