Retailers | Los supermercados españoles logran una vieja reivindicación

Baja el Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI), aunque el sector pide la derogación completa de esta tasa.

Productos refrigerados en un supermercado
Productos refrigerados en un supermercado

A partir del próximo mes de septiembre bajará el Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI), una vez publicada en el BOE la Ley 6/2018 del 3 de julio de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2018. Buena noticia para las cadenas de supermercados españolas, que venían reclamando desde hace tiempo este recorte a través de las patronales Asedas y Aces.

La Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (Aefyt), ha recibido con satisfacción esta reducción del tipo impositivo, que da respuesta "a una insistente reivindicación tanto de la industria del frío como de asociaciones usuarias de frío de la distribución e industria de la alimentación".

Los Presupuestos, en su artículo 79, recogen una reducción del tipo impositivo del IGFEI que, a partir del 1 de septiembre y con vigencia indefinida, estará constituido por el resultado de aplicar el coeficiente 0,015 al potencial de calentamiento atmosférico (PCA) que corresponda a cada gas fluorado, con un máximo de 100 euros por kilogramo. Anteriormente, el tipo que se aplicaba era del 0,02, por lo que la reducción es de 0,005 puntos, un 25% respecto al tipo anterior. Desde un punto de vista práctico, un gas como el R134a, por ejemplo, pasaría de pagar 26 €/Kg a 21,45 €/Kg.

El impuesto también cambia en lo referente a gases regenerados y reciclados. En este caso, a la carga impositiva correspondiente a los productos vírgenes se les aplicará una reducción del 50% frente al 15% anterior. Además, hay que tener en cuenta que, conforme al Artículo 5 SEIS 2 de la Ley 16/13, los refrigerantes con un PCA igual o inferior a 150 no están sujetos al impuesto. Cuando un preparado supere un PCA de 150, solo los componentes incluidos en la tabla relacionada con el impuesto se contabilizarán para el cálculo.

A pesar de esta reducción del tipo impositivo, Aefyt sigue demandando la anulación total de un impuesto que considera "injusto" para la industria del frío española al restarle competitividad y, además, ha tenido un efecto rebote sobre sus supuestos efectos medioambientales al ser una de las consecuencias del incremento del mercado negro –y por lo tanto de emisiones sin control-, que se estiman en torno al 40%.

"Seguimos pidiendo la derogación total de un impuesto injusto para la industria del frío y sin efectos positivos desde el punto de vista medioambiental"

"Nos alegramos de este leve respiro para la industria del frío, que comenzó el año bajo la amenaza de los altos precios provocados por la escasez de gases y por la aplicación del IGFEI, además de serios problemas de competencia por el mercado negro. Sin embargo, seguimos pidiendo la derogación total de un impuesto injusto para la industria del frío y sin efectos positivos desde el punto de vista medioambiental", dice Roberto Solsona, presidente de Aefyt.

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