Irene Montero ha elevado el tono contra las grandes cadenas de distribución, a las que acusa de "robar" a los ciudadanos.
"A la gente de los barrios no les está robando el negro, les está robando Mercadona, les está robando Carrefour, les está robando El Corte Inglés", defendió ayer la eurodiputada de Unidas Podemos, que incluyó en el mismo saco a grandes empresas energéticas y a fondos de inversión como Blackrock y Blackstone, en un desayuno coloquio organizado por el Club Siglo XXI de Madrid.
Las declaraciones vuelven a poner sobre la mesa la vieja teoría de la especulación, según la cual las cadenas de supermercados se habrían lucrado a costa de los consumidores durante la coyuntura inflacionaria. Los datos sugieren más bien lo contrario.
Un sector competitivo y de márgenes bajos
En 2022, en lo peor de la escalada, la rentabilidad de los súper cayó hasta el 1,88%, que apenas se recuperó hasta el 2,37% en 2023. Ante el incremento de coste en materias primas como el azúcar, los huevos, el cacao o los cereales, las enseñas han optado por no repercutir el total de la subida, lo que ha erosionado sensiblemente sus márgenes, que apenas empiezan a volver a la normalidad (por debajo del 3%) en el último año.
Durante la escalada inflacionaria, las cadenas de supermercados han facturado más en términos nominales, pero han ganado menos.
La enorme competencia en la distribución española hace muy improbable que se den situaciones de abuso de posición de mercado. En muchas calles y barrios de nuestro país, a pocos metros de distancia unas de otras, se pueden encontrar tiendas con diferentes propuestas que van desde Mercadona a discounters como Lidl y Aldi o regionales con mayor presencia de marcas y frescos asistidos, como Eroski, Consum, Bon Preu, Uvesco o El Jamón. Para sobrevivir, la competitividad en precio es condición sine qua non.
A pesar de no haber repercutido la subida íntegra de sus costes, la inflación ha reducido los volúmenes vendidos.
Creación de empleo y responsabilidad fiscal
Además, expertos del sector como Laureano Turienzo apuntan a que las tres empresas citadas por Montero —Mercadona, Carrefour y El Corte Inglés— han aportado a las arcas del Estado "más de 20.000 millones de euros sólo en los últimos tres años, lo que es la mayor aportación en impuestos de la historia de España".
Además, añade Turienzo, "nadie genera tanto empleo en este país como estos 'ladrones del retail español'. Supongo que los 210.000 empleados que tienen estas tres empresas son sicarios y cómplices a sus ojos. Mercadona, por ejemplo, realizó una subida salarial del 6,5% en 2024; del 5,7% en 2023 y del 8,5% en 2025"; mucho más de lo que le obligan los convenios.