Tesco, la cadena líder de Reino Unido, ha cerrado su ejercicio fiscal con una facturación neta (excluidos combustibles) de 33.051 millones de libras, un 5,1% más que el pasado año.
Incluyendo combustibles, las ventas ascienden a 36.036 millones, un 3,6% más respecto al ejercicio anterior.
El beneficio operativo crece sólo el 1,5% hasta los 1.674 millones de euros, lo que pone de relieve las enormes dificultades por las que atraviesan las cadenas británicas para mejorar sus resultados ante el incremento general de costes —sobre todo, de sus contribuciones a la Seguridad Social—.
El consejero delegado de Tesco, Ken Murphy, ha explicado que el programa de recorte de costes que ha implementado recientemente la cadena está "ayudando a amortiguar la inflación de costes operativos, incluido el aumento de la Seguridad Social y de otros costes regulatorios". En relación a los resultados, Murphy ha subrayado que "las ventas han crecido en todos los negocios, y la satisfacción de los consumidores sigue mejorando una vez más".
La cadena, que es líder en solitario de la distribución británica con el 28,4% de cuota de mercado, ha ganado ocho décimas en el último año. En el mismo periodo, Sainsbury's, su principal perseguidor, ha conquistado sólo una décima, mientras que Asda ha retrocedido nueve. Aldi, el cuarto clasificado, permanece sin variaciones.