Ocio y frescura: así se transforma la cesta de la compra en verano
El gasto de los productos de verano durante la campaña estival asciende a 4.534 millones de euros. El producto que mejor evoluciona de la cesta veraniega son los insecticidas, según Nielsen.
Los españoles se gastan en productos de verano durante la campaña estival un total de 4.534 millones. De ellos, uno de cada tres euros es consumo ocioso, es decir, copas, cócteles, aperitivos y barbacoas. Esta es una de las principales conclusiones del informe La cesta de la compra veraniega elaborado por Nielsen.
Estos productos son la punta de lanza de una cesta formada por 60 productos muy variados que, entre junio y la primera quincena de septiembre, concentran el 41% de las ventas sobre el total del año. De esas 15 semanas de campaña, el pico más alto en términos de ventas, al menos el año pasado, se produce en la semana de cambio de mes de julio a agosto.
OCIO Y FRESCURA MANDAN
Además del mencionado consumo ocioso, los meses de verano tampoco serían lo mismo sin un buen gazpacho o una ensalada fresquita después de haber pasado calor, productos que ocupan el 15,2% de la cesta en la temporada estival.
Pero frente a tanto ocio y frescura de productos, que a nadie se le olvide que el verano es tiempo de insectos y, para combatir la presencia de moscas y mosquitos en los hogares, tan molestos en estos meses, están los insecticidas. Esta categoría se presenta como una de las más dinámicas. De hecho, el pasado verano, experimentó un incremento del 9% en sus ventas y fue la que mejor evolucionó.
Por otra parte, combatir las altas temperaturas es uno de los objetivos cuando aprieta el calor y, para ello, los alimentos más refrescantes e hidratantes son la mejor opción. No hay un verano sin helados, batidos, horchata, zumos o yogures líquidos, que representan el 13,2% del carro de la compra estival.
Asimismo, a la hora de llenar la nevera, también buscamos productos de temporada como la sandía, el melón, los albaricoques, las cerezas o picotas, la paraguaya o la nectarina. Estos frescos suponen el 13,4% del gasto veraniego.
Y es que, con tanto calor, el cuerpo nos pide líquido y estar bien hidratados, y para ello no hay mejor opción que el agua, una bebida que supone el 8% del gasto en esta cesta y que en temporada estival ve incrementado su consumo por el efecto del turismo.
Todo ello acompañado de una de las actividades preferidas cuando llega el buen tiempo: tumbarse en la playa o en la piscina y disfrutar de un día de relajación y disfrute. Por ello los productos asociados al 'momento playa/piscina', es decir, bronceadores o bebidas refrescantes de café o té, patatas fritas o una tortilla preparada, suponen el 7,3% de la cesta.
COSMÉTICA
Por esta razón, son muchos los que se preocupan por el cuerpo que lucirán en ropa de baño y deciden cuidarse para estar lo mejor posible en estas fechas. Es por ello que el consumo de tratamientos corporales y de pies así como de productos depilatorios o de cosmética suman en conjunto el 5,9% del gasto estival.
"El crecimiento de la cesta de verano en 2018 mantuvo una línea muy similar a la tendencia que tuvo el gran consumo a cierre de año. El hecho de que estos productos concentren casi la mitad de sus ventas en 15 semanas del año los hace muy permeables a movimientos provocados por factores coyunturales, meteorológicos o de otro tipo", señala Ignacio Biedma, experto en distribución de Nielsen.
EN VERANO, MÁS PLATOS PREPARADOS
Efectivamente, el verano cambia los hábitos de alimentación de los españoles. El ambiente festivo, el calor, la mayor disponibilidad de tiempo y el querer emplearlo en descansar y disfrutar hace que modifiquemos nuestros patrones de comida.
En concreto, durante los meses de junio, julio y agosto del año pasado, el consumo de platos preparados creció casi un 6,8% respecto a 2017. La conveniencia, la comodidad y la variedad de los platos preparados son los principales motivos por los que durante este periodo su consumo se dispara.
El análisis del consumo de platos preparados de los últimos cuatro años muestra un fuerte crecimiento durante la época estival: en 2015 el sector creció un 2,7%; un 3,4% en 2016; un 5,2% en 2017 y, en 2018, un 6,8%.
"La cesta de la compra es un reflejo de nuestra forma de vida y los productos que saben adaptarse a las necesidades del consumidor triunfan. En estos momentos, el cliente busca productos que, por un lado, le ayuden a paliar las consecuencias de su acelerado ritmo de vida y, por otro, que les permitan mantener una alimentación equilibrada", asegura Álvaro Aguilar, secretario general de Asefapre.
En concreto, mientras que en los meses estivales de 2015 los hogares españoles consumieron 1.704 millones de kilos de platos preparados, en 2016 se alcanzaron los 1.762 millones de kilos; en 2017, 1.854 millones kilos, y en 2018 la cifra se situaba en 1.981 millones de kilos. Así, los platos preparados han pasado de generar un volumen de negocio de 6.977 millones de euros en el verano de 2015 a situarse en los 8.327 millones de euros en el mismo periodo de 2018.
"En 2019, el sector seguirá innovando para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo que incluyen, no sólo el desarrollo de alimentos cada vez más equilibrados, sino la creación de nuevos formatos adaptados a los diferentes tamaños del hogar —monodosis, porcionables y familiares— y envases fabricados con nuevos materiales que permiten un correcto cocinado en horno y microondas", añade Álvaro Aguilar.
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