Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, desde FoodRetail & Shoppers hemos insistido en que el supermercado se ha convertido en uno de los principales centros de socialización y, por tanto, uno de los más potenciales focos de contagio de la COVID-19.

Ya en el inicio del confinamiento consecuencia del estado de alarma decretado en España, os alertamos sobre la conveniencia de usar mascarillas y guantes en el súper. Como siempre, nos ha gustado tratar a nuestros lectores como adultos a los que presumimos una buena dosis de sentido común. Por eso, os avanzamos los primeros estudios que revelaban la permanencia del virus en el aire y en determinadas superficies durante horas e incluso días y os animábamos a acudir a hacer la compra protegidos con estas dos prendas y guantes. De hecho, ante la escasez y falta de suministro, llegamos a enseñaros cómo fabricar una mascarilla casera y cómo utilizar los guantes desechables de forma correcta.

Y todo, hay que decirlo, lo hicimos a contracorriente. El Gobierno ha estado semanas insistiendo en la no necesidad de usar guantes y mascarillas más allá de su habitual uso en determinadas secciones del súper o, en el caso de la máscara, de presentar síntomas de contagio. Tampoco logramos cambiar la opinión de determinados agentes del sector, que llegaron a calificar de "contraproducente" el uso de estas prendas.

No es momento de buscar culpables. Somos conscientes de la rapidez con la que avanza la información en estos tiempos y también de la saturación que todos vivimos. Pero insistimos, ahora que parece que el uso de las mascarillas empieza a extenderse (no descartamos su obligatoriedad siguiendo ejemplos como el de Austria), creemos que es más importante que nunca no sólo protegerse ante el virus, sino contar con una sociedad bien informada. ¿A quién beneficia desaconsejar el uso de mascarillas como se ha llegado a hacer desde el Ejecutivo y numerosos medios de comunicación? ¿Acaso un paraguas, por muy viejo y gastado que esté, no protege más contra la lluvia que ir con la cabeza descubierta?

Desde FoodRetail insistimos: úsalas, protégete y protege a los tuyos, tanto dentro como fuera del supermercado. Hay que parar la propagación del coronavirus.

ASÍ SE PROPAGA EL CORONAVIRUS EN UN SUPERMERCADO

Un proyecto conjunto llevado a cabo por cuatro organizaciones de investigación finlandesas (la Universidad de Aalto, el Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia y el Instituto Meteorológico de Finlandia) ha estudiado el transporte y la propagación del coronavirus a través del aire. Los resultados preliminares indican que las partículas de aerosol que transportan el virus pueden permanecer en el aire más tiempo de lo que se pensaba originalmente, por lo que es importante evitar los espacios públicos interiores ocupados. Esto también reduce el riesgo de infección por gotas, que sigue siendo la principal vía de transmisión del coronavirus.

Los estudios preliminares describen un escenario en el que una persona tose en un pasillo entre estantes, como los que se encuentran en el supermercado,  teniendo en cuenta la ventilación media de estos puntos de venta. 

Los investigadores obtuvieron el mismo resultado preliminar: en la situación bajo investigación, la nube de aerosol se extiende fuera del entorno inmediato de la persona que tose y se diluye en el proceso. Sin embargo, esto puede llevar varios minutos. "Alguien infectado por el coronavirus puede toser y alejarse, pero luego deja partículas de aerosol extremadamente pequeñas que llevan el coronavirus. Estas partículas podrían terminar en el tracto respiratorio de otras personas cercanas'', explica el profesor asistente de la Universidad de Aalto, Ville Vuorinen.