El buen vino, del que en España tenemos numerosos ejemplos, es uno de esos placeres que todos nos permitimos de vez en cuando: una cena en pareja, una comida con amigos o con la familia o un brindis para celebrar algo especial. Sin embargo, el mundo del vino tiene sus propias reglas que buena parte de los consumidores desconoce.

Para ayudaros en esta tarea, recogemos aquí los consejos del Grupo Matarromera, junto a los errores más frecuentes que suelen cometerse cuando tenemos entre manos una copa de vino y cómo solucionarlos.

1.- ¿Cómo sujetar la copa?

Atención, a partir de hoy, vas a sujetar bien la copa de vino. ¿Por dónde hay que hacerlo? La respuesta es fácil, por el tallo. Nunca por el cáliz. Y, como todo, esto tiene su explicación. Si sujetamos la copa por el cáliz, podemos calentar el vino, algo que es conveniente evitar.

2.- Agitar el vino sí, pero no demasiado.

De la misma forma, hay muchos que se las dan de winelovers que no paran de agitar la copa de vino. ¿Es esto conveniente? Sí y no. Un poco sí, pero si agitamos demasiado el vino, dándole vueltas en la copa, también podemos calentarlo y oxidarlo sin necesidad.

3.- Llenar la copa, ¿hasta dónde?

Lo ideal es llenar dos tercios de la copa. Si servimos más de eso, el vino se calentará también. Es preferible servir más veces a que el vino se nos caliente en la copa.

4.- Si te regalan una botella de vino, ¿debes guardarla?

Pues la máxima de esta firma vitivinícola es que el vino es para disfrutarlo, no para guardarlo. Es cierto que hay vinos que pueden tener una vida muy larga porque están concebidos como vinos de guarda, pero ten en cuenta que, si el vino ha llegado a tus manos es porque está listo para beberse. No lo guardes demasiado tiempo porque correrás el riesgo de que se estropee. bien sea porque no está preparado para guardarse tanto tiempo como tú crees o porque las condiciones de guarda no son las idóneas.

5.- Sobre la conservación del vino

En resumen, podemos decirte que debes guardar los vinos en posición horizontal, alejados de la luz solar, sin olores demasiado agresivos y a una temperatura constante, en torno a los 10-15ºC, dependiendo del tipo de vino. Los blancos han de conservarse a una temperatura inferior a los tintos.

6.- Abrir y decantar los vinos.

No todos los vinos deben decantarse porque puede que con el tiempo de servicio sea suficiente para que se abran y se expresen correctamente. En cambio, como sabes, hay vinos que es necesario que 'respiren' y que se abran. Para ello suele abrirse la botella unos minutos antes y se suele decantar para ayudar a este proceso.