La Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) ha calificado de "muy mala noticia" el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y la Administración estadounidense, por el cual se aplicará un arancel del 15% a todos los productos procedentes de la UE, incluidos los aceites de oliva españoles.

En un comunicado, la asociación ha vuelto a expresar su preocupación ante una decisión que, a su juicio, distorsiona el mercado internacional en perjuicio de los productores europeos, y en especial del sector español del aceite de oliva. "Estados Unidos es un mercado estratégico para nuestro producto, y estas medidas amenazan años de trabajo e inversión", ha señalado Rafael Pico, director adjunto de Asoliva.

Estados Unidos representa el principal destino extracomunitario del aceite de oliva español, con una demanda anual que ronda las 430.000 toneladas, de las cuales unas 300.000 proceden de España, ya sea de forma directa o indirecta. La producción nacional en EE.UU. apenas cubre el 3% del consumo interno, lo que convierte al país norteamericano en un mercado insustituible, según la asociación.

Tendrá repercusión en los precios

Asoliva advierte de que este nuevo arancel repercutirá en los precios al consumidor estadounidense, encareciendo los aceites de oliva españoles en los lineales. Aunque confían en que el consumidor norteamericano, "muy concienciado con los beneficios para la salud del aceite de oliva", mantenga su interés en el producto, también alertan del riesgo de pérdida de cuota de mercado frente a otros países productores, como Marruecos o Turquía, cuyas exportaciones soportan aranceles del 10%.

"Esta medida puede suponer un duro golpe económico a un sector que ha invertido en infraestructuras, comercialización y promoción en Estados Unidos, y que representa el 12% de las exportaciones alimentarias españolas, con un valor de mercado de 6.000 millones de euros", ha lamentado Pico.

Ante este escenario, Asoliva ha anunciado que seguirá trabajando con el resto del sector y las administraciones nacionales, europeas e internacionales para intentar revertir estos gravámenes y defender la competitividad del aceite de oliva español en el mercado global. En este sentido, otras organizaciones relevantes como la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) también se han pronunciado en la misma línea, mostrando su preocupación por el impacto negativo de estos aranceles sobre el conjunto de la industria alimentaria española.

Cóctel de perspectivas "bastante negativas"

Por su parte, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Gabriel Trenzado, ha pedido que la UE tenga un papel más "ofensivo" en las negociaciones ya que podrían darse "nuevas presiones" o imposiciones, porque a su juicio, UE ha cedido "un poco" a la presión en el contexto de las negociaciones.

La organización agraria Asaja ha lamentado que existe "un cóctel de perspectivas bastante negativas" para el sector agrario europeo si se suma la subida de aranceles de EE. UU. y la reciente propuesta de la CE de rebajar el presupuesto de la próxima Política Agraria Común (PAC) un 20%. La imposición de aranceles para el modelo que tiene la agricultura europea y española es "muy negativo", según Asaja.

Dentro de las organizaciones agrarias, COAG ha calificado de "mal menor" el acuerdo frente a la posibilidad del 30% de aranceles, aunque no descarta "sorpresas" una vez se conozcan los detalles y su director técnico, José Luis Miguel, ha mostrado "alivio"; no obstante, ha advertido de que "habrá que ver exactamente la letra pequeña".

En opinión del secretario de Agricultura de UPA, Ignacio Huertas, el acuerdo es "muy negativo" para el sector, ya que "empeora la situación que tenía" y supone la "claudicación de los intereses europeos frente a EE. UU.".

"Es cierto que nos enfrentábamos a una amenaza de un arancel del 30%", ha reconocido a Efeagro, pero este acuerdo supone la consolidación de un arancel que además es superior al actual y que "amenaza la viabilidad de muchas exportaciones nacionales". Asimismo, ha lamentado que no se plantee ningún tipo de reciprocidad, por lo que ha pedido medidas con presupuestos excepcionales para que los sectores afectados se puedan reestructurar.

Por lo que respecta a Unión de Uniones, han valorado el pacto sin dejar de admitir que es un "duro golpe" para las exportaciones y un castigo al sector. La organización ha reconocido que el acuerdo "aporta cierta estabilidad" al comercio transatlántico, aunque considera que el resultado es desequilibrado.