Danone prosigue en su reestructuración industrial para reducir costes y adaptarse al empuje de la marca blanca. El grupo francés ha decidido cerrar su histórica planta de Blédina en Villefranche-sur-Saône (Francia), especializada en papillas para bebés y productos enriquecidos para los mercados de Europa y África, y trasladar buena parte de la producción a su fábrica de Opole (Polonia), un complejo más eficiente que le permitirá también reducir costes laborales.
El cierre, previsto para finales de 2027, afectará a un máximo de 117 empleos directos de la fábrica, además de decenas de empleos indirectos.
La decisión llega en un contexto especialmente adverso para fabricantes como Danone, presionados por el creciente poder de las cadenas de distribución y el avance de la marca blanca. Este desplazamiento del valor hacia el retail ha estrechado el espacio competitivo tradicional de grupos como Danone, obligados a buscar nuevas vías para proteger márgenes y retener volúmenes en categorías clave.
Danone, ajustes para competir con la marca blanca
En el caso de Danone, el ajuste industrial forma parte de un plan más amplio de reposicionamiento comercial. Tras varios ejercicios a la baja, la multinacional espera recuperar tracción con una estrategia dual basada, por un lado, en promociones agresivas para defender cuota frente a la marca blanca; y, por otro, en desarrollar referencias de mayor valor añadido.
Este último segmento ha crecido en los últimos años gracias a la apuesta de su CEO, Antoine Bernard de Saint-Affrique, por la innovación: solo el último año, Danone destinó cerca de 500 millones de euros a I+D, un 10% más que en 2023, esfuerzo que en España se ha materializado en la inauguración del centro de innovación de Aldaia (Valencia), un proyecto de 60 millones.

Productos de Blédina.
Pese a todo, la presión para defender su espacio sigue siendo enorme. En el último año la marca propia de los supermercados ha avanzado un 1,1% en cuota de mercado en España hasta el 73,9% del mercado de derivados lácteos, según datos de Numerator (antigua Kantar). Y la situación es similar en otros mercados europeos, lo que explica el estancamiento de las ventas.
El cierre de Blédina se suma, además, al de la fábrica de Parets del Vallès (Barcelona) en 2024, lo que evidencia la necesidad de concentrar operaciones en plantas más modernas y rentables —en ocasiones, en países con costes laborales más bajos, como es el caso de Polonia—.
Polonia gana peso en detrimento de Francia y Alemania
La fábrica de Opole se ha convertido en uno de los ejes industriales de Danone. Después de ser objeto de reformas significativas, es ya la primera de Danone en Polonia y la segunda a nivel mundial capaz de elaborar preparados de nutrición enteral en envases autoaspirables, un formato "muy valorado por los profesionales sanitarios", explican fuentes del sector a WH.
El movimiento consolida la tendencia de la multinacional a concentrar su producción en centros más competitivos. No es un caso aislado: Danone también prevé cerrar en 2026 su planta alemana de Ochsenfurt, que supone costes más altos y se ha visto afectada por el "cambio en los hábitos de consumo" de los consumidores.
Recolocaciones y alternativas para la plantilla francesa
La compañía ha comunicado a los trabajadores de Villefranche-sur-Saône que ofrecerá opciones de recolocación en otros centros franceses, especialmente en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, considerada estratégica para el grupo. También se habilitarán programas de formación para facilitar la transición a otros puestos o sectores. La decisión llega después de varios intentos por modernizar y reconvertir la instalación, que finalmente ha sido descartado por "inviabilidad económica", según informa el medio polaco WH.