Nestlé ha destinado más de 75 millones de euros a modernizar su histórica planta de La Penilla de Cayón (Cantabria) desde 2020, en un ciclo inversor centrado en digitalización, automatización y eficiencia energética. El complejo, que este año cumple 120 años de actividad ininterrumpida, es uno de los mayores centros industriales del grupo en España, con unos 900 empleados y una cartera de productos que abarca desde bombones Caja Roja hasta cacao soluble Nesquik, cereales infantiles o productos para Dolce Gusto.
Dentro de este plan, la compañía acaba de completar una inversión de 1,8 millones en nuevas torres de refrigeración que permiten operar con un circuito cerrado de agua. Según datos de la empresa, este sistema ha reducido en unos 600.000 metros cuadrados el consumo de agua desde su implantación, equivalente a 240 piscinas olímpicas. La medida se suma a la instalación previa de otro conjunto de torres en 2022 y se encuadra en la estrategia de reducción del uso de recursos naturales y del impacto hídrico de la fábrica.
El centro cántabro ha acelerado en los últimos años la adopción de tecnologías destinadas a disminuir emisiones y mejorar rendimientos industriales. Entre ellas figuran una caldera de biomasa, operativa desde 2022, que emplea la cascarilla generada en el tueste del cacao como biocombustible; y una bomba de calor instalada en 2023 que reutiliza energía residual para calentar agua destinada a procesos productivos y climatización. Nestlé estima que estas infraestructuras han evitado, de forma conjunta, más de 8.000 toneladas anuales de CO₂e y han reducido adicionalmente el consumo de agua en 12.000 m³.
La factoría mantiene también la certificación de "cero residuos a vertedero" y opera íntegramente con electricidad de origen renovable. La compañía recuerda que la planta fue pionera en gestión medioambiental ya en 1966, cuando instaló su primera depuradora de aguas residuales, dos décadas antes de que la regulación lo exigiera.
Para conmemorar el 120 aniversario, el centro ha elaborado una tableta de chocolate extragrande —30 kilos y más de un metro de ancho— producida con habas de cacao de Costa de Marfil y leche fresca. El diseño avanza la nueva imagen de Nestlé Extrafino, que llegará al mercado en 2026.