Procter & Gamble (P&G) prevé recortar 7.000 empleos a escala global durante los próximos dos años, lo que representa el 6% de su plantilla total, según ha anunciado la compañía.
Esta reestructuración del fabricante de marcas como Ariel o Gillette, viene motivada por la volatilidad del comportamiento de los consumidores y la inminente imposición de aranceles a las importaciones, y tendrá un coste de entre 1.000 y 1.600 millones de dólares, según han detallado los responsables de la compañía.
Si bien no se esperan despidos en las fábricas, la medida afectaría a uno de cada seis puestos de oficina, ya que la multinacional busca simplificar la organización con equipos más pequeños a los que se asignen funciones más amplias, detalla Reuters.
De este modo, la compañía, que emplea a 108.000 personas en todo el mundo (1.000 de ellas en España y Portugal), espera reducir costes en su gama de productos (con el abandono de determinadas categorías), en su cadena de suministro (con una mejora de la eficiencia) y en su organización interna (aprovechando las oportunidades de digitalización y automatización).
El plan, que no detalla los países a los que afectará, llega en un momento en que el fabricante observa una caída en la demanda de los consumidores debido al aumento de los costes y a la creciente incertidumbre debido a la guerra comercial.